Todo iba bien, Izuku vivía en una casa junto a su madre, tenía a sus amigos, sus profesores le ayudaban cuando tenía problemas y pudo superar la muerte de su padre después de un tiempo.
Pero aquello cambio su vida, todo lo que conocía ahora corría p...
Ambos van caminando por la calle, el peliverde sonríe a la vez que mira la medalla que momentos atrás le había entregado la chica castaña.
-¿Un edificio en obras? - Pregunto el mayor llamando la atención del otro. -¿A qué te refieres? -Hay un Yokai ahí adentro pero me sorprende verlo en un sitio donde hacer una trastada de las suyas, podría causar un gran accidente. -¿Entonces por qué esta ahí? -Es una buena pregunta, joven Midoriya. -Pone una mano en el hombro del menor. -Esperemos a que caiga la noche para explorar el lugar sin llamar la atención de nadie. -Vale.
Ambos se pasaron el día de un lado par otro hasta que calló la noche y fueron al edificio el cual da bastante miedo al estar todo oscuro. Caminan buscando al yokai que había visto antes el mayor, el cual ya no tenía su forma humana, ya que no había personas que pudieran pensar que el menor estaba loco por hablar solo. Un gran ruido se escucha haciendo estremecer al menor, el cual parece un flan de todo lo que tiembla.
-Tengo un mal presentimiento. -No te preocupes joven Midoriya, todo esta bien. -Ambos para al llegar aun cuarto oscuro, donde se ve una silueta, con ojos brillantes. -Ya lo hemos encontrado. -Da mucho miedo. -Se agarra del brazo del contrario.
La silueta empieza a moverse avanzando hacia ambos con paso firme y seguro. Toshinori se pone delante del peliverde para protegerlo, previendo un golpe del contrario. Izuku abre los ojos al ver la mano del que a golpeado a su acompañante, está se a endurecido. Rápidamente la agarra examinándola, mientras a pintaba cosas en la libreta con cierto brillo en la mirada.
-¡¿Increíble?!- Mira al pelirojo que lo observa curioso y totalmente desconcertado. -¡¿Como has hecho eso?! -Joven Midoriya, no es momento para que preguntes esas cosas. -Se acerca a ambos y los separa aprovechando la confusión del contrario. -Tenemos que marcharnos ahora. -Me llamo Kirishima, espero que nos volvamos a ver. -Dice con una sonrisa, antes de desaparecer.
Ambos se quedan desconcertados pero felices de haber salido de ese extraño encuentro, aunque el rubio tiene un mal presentimiento e Izuku, está triste por no haber podido conseguir mucha información para su nuevo cuaderno de Yokais.
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