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Un Omega, esa noticia había llegado a cualquier parte del reino. Así es Kim SeokJin futuro rey, se convirtó en un Omega. Su aroma era dulce pero no llegaba a empalagar; fresas con orquídeas.

El niño estaba algo decaído por su clara presentación, pero eso no le impedía que siguiera comportándose "inadecuadamente". Así como muchas personas del reino decían.

Pasaron algunos meses después de aquella presentación, o como SeokJin diría, aquella tragedia. Todo estaba en la normalidad. Sin embargo para el príncipe era más difícil.

Le educaban de más, a tal grado de que SeokJin perdiera la poca cordura que le quedaba.

- ¡Príncipe Kim!, así no camina un Omega. Fíjese y aprenda.

La mujer comenzó a caminar en línea recta, con la espalda firme y el mentón en alto, sin olvidar el leve movimiento de caderas seductoras. SeokJin frunció la boca disgustado.

-Ridícula...-Murmuro cruzado de brazos.

- Acuérdense que todo Omega tiene modales, y eso implica la manera de comer. Recuerde, al beber de su taza no olvide subir el dedo meñique y con su otra mano libre posarla por debajo de la taza.

El príncipe obedeció, sin embargo de nuevo esa pequeña sobra había aparecido.
Recordemos esa vez en la noche, antes de su presentación. Desde esa vez, la sombra no dejaba de aparecerle o hacerle bromas pesadas; Ocultando sus cosas, rompiendo lo que tocaba perjudicando al ahora Omega.

En eso, Jin se levantó de su lugar tirando lo que sobraba del té en la ropa de la mujer de tercera edad.

- ¡Príncipe! .-Gritó siendo ignorada por el menor.

- ¡Ven para acá cosa rara!.- Dijo, corriendo tras esa sombra traviesa.- Me has afectado demasiado, salid de aquí.- En eso, una fuerte figura apareció frente a sus narices, ocasionando que impactara contra ella y perdiera de vista a la criatura

- ¡OH por favor, Kim SeokJin!.- Reprendió la Omega sacudiendo sus ropas con una mueca en sus rojizos labios.- Veo que tus practicas van de mal a peor, te han enseñado a no correr por los pasillos. No respetas las reglas que hay en este castillo, no te comportas adecuadamente y arruinas la imagen de tu madre.

- Señora Park....-Hizo una leve reverencia con su cabeza.- Perdone mi mal comportamiento.

- Escuche que te presentaste como un Omega, sin embargo no puedo oler tu reconocible aroma.-Habló Interrumpiendo al menor.- Deberías ser el margen de uno, no de un simple niño rebelde y desagradable.- Terminó, caminando con elegancia no sin antes echarle una mirada al joven niño.- No eres buena influencia para mi hijo.

y así, la mujer se fue dejando a un dudoso niño. SeokJin observo el camino que la Omega había tomado; a decir verdad la Señora Park era una mujer arrogante y vanidosa, por eso JiMin se comportaba de igual manera que ella. Sin embargo, su cuñada; madre de TaeHyung era una persona maravillosa. De tal palo tal astilla.

Volvió a retomar su camino pero esta vez caminando teniendo una pequeña e insignificante, crisis existencial por lo dicho que aquella mujer dijo. Lo primero que se le vino a la mente era ir con NamJoon pero recordó que estaba en tomando clases de caballería con su padre. No creo que fuese el momento para ir con TaeHyung y JiMin, ellos estaban tomando clases con otros príncipes. Sí, Jin debería ir a esas clases, pero claro, siempre habrá un niño que se saltara las clases no viendo las circunstancias que podía tener al hacerlo. Por ello eligieron la educación privada para el príncipe.

Se dejo llevar por sus piernas, las cuales lo llevaron a la biblioteca con curiosidad se adentro a ella, mirando los almacenes llenos de polvorientos libros con historias antiguas hasta ir al final de todo. Ahí, solo había un libro, sólo el cual llamó su atención, tenia un aspecto antiguo, sin dudar se acercó y lo tomó observando el titulo que era cubierto  por una capa de polvo.

//Mi Caballero y Yo//[NamJin Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora