⟲ 𝙛 𝙤 𝙧 𝙜 𝙚 𝙩 ⟳ 𝕜𝕒𝕣𝕞𝕒𝕝𝕒𝕟𝕕 𝕪 𝕥𝕦

𝚡𝚡𝚡𝚟ᎥᎥ.𝚌 𝚊 𝚙 𝚒 𝚝 𝚞 𝚕 𝚘

- Que tenga un buen día, cuídese. - Cerró la puerta y se quitó sus lentes, masajeó su cien y se sentó en el mismo sillón en el que había estado sentado por horas. Bebió un poco de agua, refrescando su garganta, cerró la botella y soltó un suspiro que parecía haber contenido por bastante tiempo. Se levantó y vió por la ventana, poniendo sus brazos atrás de su espalda como un soldado. Se quitó su bata y la dobló con cuidado mientras pensaba. La puso sobre el respaldar de la silla y salió de la habitación. Vió su teléfono y leyó la nueva notificación, se detuvo inmediatamente. Entró en contactos y presionó para llamar. Se puso el teléfono en el oído.

- ¿Si, Auron? - Oyó del otro lado.

- La casa no está en llamas, eso significa que nos haz cocinado. - Pasó a un lado de su amigo y entró a la casa. Se hizo un una cola sin mucho cuidado, dejando que se hicieran algunos nudos y que quedara cierto relieve. La puerta se cerró con fuerza-. ¿Qué vas a querer comer? -

- ¿No me vas a preguntar si también como niños? - No se acercó a ___, manteniéndose aún en la puerta, apoyado en ella y con los brazos cruzados. Recién había llegado a casa cuando ella toco la puerta, notándosele un poco de sucio en la camisa-. Que quizás utilizo su sangre como salsa. - Ella se volteó y lo vio, con las cejas juntas y mirada cansada, había girado solo un poco su cuerpo-. ¿Qué? ¿Ya no piensas eso?

- No lo había pensado si te soy sincera. Pero ya que lo sé ¿Me aceptarías carne que no seas de un crío? ¿O quieres empezar con algo más verde? Creo que recuerdo como hacer una ensalada que te podría gustar. - Se acercó al sofá y se sentó en él apoya brazos del mismo, juntó sus piernas y lo miró sin prestarle mucha atención, al parecer tenía otras cosas en las que pensar-.

- ¿Vas a hacer como si nada pasó? ¿En serio, __?- Empezó a dar pasos lentos hacia ella, manteniendo firmeza en sus palabras, conteniendo esa pequeña parte de si que le decía que olvidara todo, y que fingiera al igual que ella, que no había pasado nada-. Básicamente me llamaste asesino-. Dijo y quedó frente a ella.

- Bueno, seguro que habrás matado a algún animal, eres un asesino de animales, igual que todos los que estamos aquí. - Comentó sin prestar mucha atención a lo que decía, parecía que estaba hablando consigo misma. - Pero bueno, quizás lo mejor sea que nos distanciemos ¿no?

- ¿Qué? - Y al hablar dejó de tener ese tono serio, su semblante se había puesto como uno de sorpresa y dolor. Sus cejas se encontraban separadas y sus ojos bien abiertos, había retrocedido un poco-.

- No quiero que me protejas Fargan, no quiero que pienses que me tienes que proteger, porque ni eres un caballero con armadura, ni yo soy una princesa atrapada en una torre. Y si, muy bien, tienes razón, el grupo ya existía antes de que yo llegara, y la verdad eso no me podría importar menos. - Alzó su mirada y lo vio, percibiendo eso ojos de sorpresa, mientras que los suyos parecían cansados. - ¿Por qué me protegiste?

- Yo... no lo sé. - Pero si lo sabía, lo sabía muy bien-.Pero aun así, pensaste que yo era un asesino, un torturador y toda esa mierda ¿En serio crees eso de mí? - Su tono sereno había vuelto, tratando de tapar ese pequeño hoyo de duda que __ había creado con sus palabras y preguntas. Ella hizo un largo suspiro, encorvando un poco la espalda al soltar el aire. -

- Como te dije, el grupo estaba antes de que llegara, no se que habrás hecho en esos momentos. Lo único que se es que ahora tengo conocimiento de dos miembros de la Hermandad Oscura. No le dije a Luzu ni una palabra de lo que vi; él ahora piensa que estas siendo amenazado por la Hermandad, y que tu deber es vigilarme. Así que, haz lo que quieras. - Y volvió su vista a la ventana, mirando hacia el bosque, agudizando la vista- .

Fargan se quedó pasmado sin saber que responder. Por una parte seguía molesto por las insinuaciones de su amiga, o por lo que él creía era su amiga, quería gritar. En cambio, por la otra parte, quería simplemente olvidar lo que había pasado, y también olvidar las palabras dichas por ella "quizás lo mejor sería que nos distanciemos". Intentó protegerla, ¿Por qué no se lo agradecía? ¿Por qué no estaba feliz?, ¿Todo este esfuerzo, estas excusas para nada?, ¿Por qué sentía tanta rabia? La miró, notando que su mirada se dirigía a la ventana, eso le enfado más, ¿No se dignaba a mirarlo? ¿No era tan importante?, sintió como si algo ardiera en él, como una olla que acumulaba mucho vapor, sintió como su sangre ardía por todo el cuerpo, como un gran peso parecía ser empujado hacia él y querer salir, pero lo contuvo, intentó calmarse, respiro profundo, y sin decir nada, se dirigió a su habitación.