Vert Husson

3 0 0
                                    

Se trataba de una mañana cualquiera en el mercado principal del pueblo Feuillu, donde entre los ruidos matutinos de los comerciantes preparando sus puestos para la jornada, se escondían los gritos sordos de una niña siendo atormentada por otros infantes del pueblo. El nombre de esta chica era Amelie Baudin.

-¡Eh! ¡Dejadme en paz!- Suplicaba.

¿Qué razón había para que un grupo compuesto por dos niñas y dos niños estuviesen atormentado a este pobre angelito que es Amelie? Ninguno en especial. Son críos, siendo críos. Al menos así lo veían los adultos, pero poneos en la situación de que no sois más que una criatura de doce años y os encontráis bajo la impotencia de un grupo más grande y fuerte que vosotros. Ya deja de ser lo mismo, ¿no? Creo que me estoy desviando del tema.

-¿Crees que algún día dejarás de ser la fea del pueblo, Amelie?- Hablaba una de las niñas del mencionado grupo.

-Si no fueras una marimacho a lo mejor podrías caerle bien a alguien algún día, ¿no crees?- Añadió uno de los chicos, el bajo y escuálido.

La melena rubia de Amelie caía hasta un poco por debajo de sus hombros. Hombro que se movió hacia detrás para encajar un puñetazo directo a la nariz de la chica que había iniciado los insultos.

-¡¡Ah!!- Chilló.

-¿¡Qué haces, bestia!?

Inmediatamente el otro chico, alto y un poco gordo, se interpuso entre Amelie y la chica, cubriendo a los tres niños.

-¡Eres una bruta! ¡A que no te atreves a pegarme a mí! ¡Cobarde!- Masculló el chico.

Amelie apenas le dejó acabar la frase cuando esta ya había golpeado en la pierna al chico, pero a penas logró efecto. Él era demasiado robusto para su fuerza.

-¡Bruta!- Insultaron los críos desde detrás del más grande.

-¡Os voy a enseñar con quién meterse!

Amelie dio un salto hacia atrás y recogió una pequeña rama del suelo asfaltado del pueblo. Con la rama sujetada como si de una daga se tratase, saltó hacia delante utilizando el pie izquierdo con el que había caído para dar una vuelta sobre sí misma lo suficientemente rápido para que el niño no pudiese actuar a tiempo, pero fue detenida por una mano más veloz aún.

-¡Amelie! ¡Ya te he dicho que no hagas eso!

Ante todos los críos había aparecido un muchacho de diecisiete años llamado Vert Husson. Tenía el pelo castaño, pero lo tenía tapado casi por completo con un pañuelo verde. Vestía un chaleco verde por encima de una desgastada camiseta beige y unos pantalones marrones ajustados pero que permitían gran movilidad. Todo contrastaba a la perfección con sus pequeños ojos verdes.

-¡Vert! ¡Pero me estaban atacando!- Dijo Amelie.

-Y eso no está nada bien, pero yo no te he enseñado a defenderte para atacar a la gente así.

-Pero... Se estaban metiendo conmi-

-¡No digo que no te defiendas, pero lo estás haciendo mal! Esa ramita no está afilada, lo que te enseñé es a usar una cuchilla. Al atacar has dejado toda tu espalda y costados vulnerables. Pero incluso ignorando eso, ¡estás agarrando una rama con agarre de pica de hielo*!

*Agarre de pica de hielo es una manera de sujetar un cuchillo por el mango y con la hoja hacia abajo.

Amelie observó el palo que tenía en su mano y se dio cuenta de que no iba a resultar útil, tal y como Vert había dicho.

-¡Y ahora ha llegado el rarito!- Chilló la niña escondida detrás del grueso crío.

La mirada de Vert no parecía ir acorde a la sonrisilla maliciosa que portaba.

Fithpo: Fight The Power (Green Land)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora