El Combate Se Aproxima

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Tras una noche de descanso en esa celda en la que Vert y Markus estaban encerrados y esperando ser liberados, despertaron. Se saludaron a modo de buenos días, ya que tampoco había mucho que se pudiera hacer estando atrapados entre barrotes. 

-Vert, ¿te vas a unir al ejército de la ciudad para pelear contra los de la secta esa?- Preguntó Markus.

-Eso quiero. Pienso hacerlos pagar. 

-Ya veo. Espero que no sufras grandes daños, si no no podré compensarte por lo del paralizante de ayer. 

-Estaré bien mientras Ian esté cerca de mí. Obviamente no le voy a dar todo el protagonismo, pero sé que él tendrá un gran papel en la batalla. 

-Le tienes en muy alta estima, ¿seguro que él será capaz de hacer alguna hazaña así?

-Estoy seguro. 

-Muchacho, admiro tu ánimo para salir a la batalla, pero vas a tener que quedarte aquí y ayudar con la evacuación.- Dijo el capitán Renzo mientras entraba en los calabozos del cuartel. 

-Espera, ¿en serio? 

-Sí. A pesar de ese entusiasmo, no podemos dejar que cualquier civil se una a la batalla. 

-¡Pero Ian sí puede! 

-Él es un caso aparte. Ayer nos demostró sin siquiera quererlo que su habilidad es muy superior a la del resto. Dentro de un rato vendrá a realizar unas pruebas para unirse a un pelotón de soldados. 

-¡Déjame realizar esas pruebas también! 

-Vert, ya no es solo que no quiero meter a más civiles en una guerra, sino que necesitamos refuerzos en el equipo de evacuación. ¿Entiendes?

-Sí, pero... 

-Y tu amigo va a ayudar en el equipo médico, ¿cierto? 

-Correcto.- Respondió Markus.

-Ambos seréis útiles a vuestra manera, ¿comprendes? 

-Sí... - Dijo el joven decaído. 

En ese momento se escuchó un fuerte estruendo en la entrada del cuartel, seguido de gritos pidiendo ayuda y socorro. 

-¿¡Qué está pasando!?- Exclamó el capitán Renzo. 

La puerta se abrió debido a que uno de los guardias salió disparado, cayendo por las escaleras. 

-¡Gianni, ¿estás bien?!- Preguntó Renzo preocupado por su subordinado. 

-¡Es un monstruo! ¡No podemos ganar!

-¿¡Están atacando ya!? ¿Es el ejército del que nos habló Ian?

-¡No, es él!

-¡¡Que no os voy a dar mi espada!!- Gritó una voz desde la cima de las escaleras. 

-¡Ian, qué crees que estás haciendo!- Chilló el capitán mientras subía al primer piso. 

-¡Endou, no pienso daros mi espada!

-¡No me llamo Endou, es Renzo!

Mientras tanto, Vert observaba asombrado a Ian, y Markus observaba asombrado a Vert.

-Tienes un amigo muy poco común, por lo que veo.- Dijo el científico. 

-No sabía que pudiera ser así.- Respondió el joven. 

-Ciertamente me parece alguien interesante, me encantaría poder experimentar un poco con él. 

 Mientras los encarcelados hablaba, el capitán y el aventurero bajaban las escaleras. 

Fithpo: Fight The Power (Green Land)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora