Comencemos de nuevo

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Hace tan solo unos segundos atrás la situación era totalmente tensa e incómoda para ambos jóvenes, luego de alejarse la serenidad volvió al cuerpo del peli naranja, mientras que para el moreno de jersey blanco y morado, la situación parecía mucho mas incomoda ahora que se encontraba a solas con el pequeño bloqueador central del equipo de los cuervos.

—Me duele el estómago — soltó en voz baja el chico de ojos acaramelados mientras se acariciaba la zona abdominal, el más alto escucho y lo primero que se le vino a la mente era la posibilidad de que Tendou hubiese golpeado a Hinata antes de su llegada al lugar.

—¿Él te golpeo? —

—¿Eh? No, tal vez sea solo algo que comí — el peli naranja parecía restarle importancia al asunto a pesar de sus fallidas intenciones de ocultar el dolor que su estómago le producía, ya que en su rostro sus muecas lo delataban a simple vista.

—Vamos a la enfermería — comento sin mayor razonamiento.

—¡No!, estoy bien, gracias— solo unas pocas palabras y el espacio entre ellos se hacía más grande, incluso en el aire se podía sentir la incomodidad persistente entre ambos.

Ushijima era un tanto diferente de otros hombres, su personalidad era bastante directa y no sabia comunicarse sinceramente con los demás, difícilmente le mostraba al mundo otras facetas suyas que no fueran la del fuerte e invencible Ushiwaka, un monstruo del voleibol. Sin duda era una cualidad admirable que no cualquiera poseía, y eso se lo debía en gran parte a su constante esfuerzo y entrenamiento además de contar con el apoyo incondicional de su padre. Pero algo que le comenzaría a afectar era aquella estúpida resistencia a compartir sus pensamientos y sentimientos con el resto.

—¿Necesitas que te cargue? — Ushijima extendió dubitativa mente sus brazos frente al chico y este descolocado, continúo caminando. Al menos intentaba al lado de Hinata ser más considerado.

—Por supuesto que no, ya dije que estoy bien— rechazo con sus mejillas coloreadas de un tono carmesí.

—La verdad es que no creí volver a verte—

—¿Por qué? —

—En aquel entonces yo pensé que eras solo un niño que se había perdido—

—Yo te había dicho que no era un niño—

—Pero lo parecías y aun lo pareces— contesto replicándole a lo que Hinata soltó un bufido de molestia, que al moreno le pareció tierno.

—Pero lo parecías y aun lo pareces— contesto replicándole a lo que Hinata soltó un bufido de molestia, que al moreno le pareció tierno

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—Te estuve buscando por mucho tiempo— se sincero el más bajo — Pero no te logre encontrar hasta este día.

Ushijima parecía sorprendido por la declaración del menor, si bien el también sentía curiosidad por él, jamás pensó que el interés fuese mutuo.

—Y ¿Por qué me buscabas? —

En el momento en que el moreno preguntó aparecieron sus compañeros de equipo Shirabu y Semi, ambos se veían agitados, con la ropa desarreglada y los labios notablemente hinchados en el joven armador de segundo año, Shirabu. Este ultimo se alarmo al ver al chico alto de cabellos castaños junto a Hinata, mientras que al chico a su lado parecía darle igual con quien se encontrase Wakatoshi.

Ambas parejas se quedaron frente a frente sin decir una sola palabra, hasta que Semi con su melódica voz rompió el silencio.

—Ya es hora de irnos—

—Bien— respondió tajante el más alto de los presentes.

Acto seguido Semi poso su brazo en el hombro del armador y se lo llevo en otra dirección. Hinata y Ushijima se quedaron observando en la dirección por la que ambos chicos habían desaparecido, siendo ya la hora de despedirse.

—Comencemos de nuevo— Hablo rápidamente el joven de cabellos naranjas.

—¿Qué? — aquello tomo desprevenido a Ushijima que no había entendido del todo a que se refería el más bajo.

—Me refiero a conocernos —

—Claro —

—¿Tienes teléfono? —

—Si — contesto luego de una corta pausa, pues, a decir verdad, el moreno tenia un aparato llamado ''teléfono'' que realmente no sabia utilizar.

—¿Estas libre el sábado, Ushijima-san? — Hinata intuía que si el no tomaba la iniciativa las cosas no avanzarían.

—Eso creo—

—Bien, nos vemos el sábado— Hinata se fue por el pasillo contrario, lleno de felicidad— ¡Adiós! —El chico agitaba su mano en el aire en señal de despedida.

—Bien, nos vemos el sábado— Hinata se fue por el pasillo contrario, lleno de felicidad— ¡Adiós! —El chico agitaba su mano en el aire en señal de despedida

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Ushijima solo imito el gesto hasta que la figura del chico ya había desaparecido, solo hasta ese momento entallo en su rostro una sonrisa.

A través de la red (Ushihina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora