Eso que siempre quise decirle. . .

Cap 12

. Eso que siempre quise decirle .

De: Priss

Capítulo XII: Conversaciones.

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Abrió suavemente los ojos.

Tenía la rara sensación de haber dormido más de la cuenta; entonces, observó con atención la puerta de la recamara, una recamara que... no era la suya.

~ Buen día, bella durmiente.

La voz masculina la hizo girarse sobre la cama, siendo recibida inmediatamente por aquellos labios que ya conocía casi a la perfección. Se sintió confundida al principio.

Allí estaba ella, piel con piel, entre los brazos de un joven que no dejaba de besarla. Su sonrojó fue pleno, no obstante, permitió que tanto los labios, como las manos del muchacho, la recorriesen por completo.

~ Ichigo, yo. . . .

~ Mmm.

Rukia intentó hablar sobre lo que estaba pasando, ni siquiera eran novios y ya habían llegado más lejos de lo que ella hubiese querido.

Gentilmente, alejó al pelinaranja.

~ ¿Sucede algo?.

Él la miró extrañado; primero respondía a sus besos y de repente lo detenía.

Recordando la noche anterior, Kurosaki ofreció nuevas disculpas, después de todo, la había lastimado físicamente.

~ No es. . . eso.

No queriendo sostener la mirada de su compañero, la ojivioleta se abrazó a él.

La pequeña parte desagradable de la noche anterior no tenía nada que ver. Tan solo se sentía ansiosa, los nervios no eran fuertes, pero si constantes; no entendía por qué se sentía incómoda ante él.

~ Me daré una ducha, ¿sí?.

~ Claro, no es. . . .

Ichigo tuvo que dejar sus palabras a medias, pues la chica ni siquiera esperó a escucharlo; abandonando la cama envuelta en una de las delgadas sábanas, entró al baño, cerrando la puerta tras de sí.

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En la tina de baño, con el agua cubriéndole hasta los hombros, Rukia acarició lentamente su cuerpo, recordando la noche anterior.

Ella e Ichigo. . . Ichigo y ella. Tenía tantas dudas acerca de lo que pasó; fue tan repentino, pero no se arrepentía en lo más mínimo, es solo que la idea de tener una relación más seria con alguien tan distinto, pues. . .

~ Debo estar loca, él es odioso, insoportable. . . atento, cariñoso, adorable, ¡ NO !.

Ya no sabía cómo comportarse estando con él, todo esto había venido a dificultarle las cosas.

Suspiró profundamente mientras salía del agua, envolviéndose en una toalla.

Salió del cuarto de baño dispuesta a vestirse y largarse cuanto antes, más unos varoniles brazos la sujetaron con firmeza. En pocos segundos ya se encontraba siendo estrechada por el ojimiel, quien entre sutiles risas le robó más de un beso.

~ ¿Qué haces?, oye. . . ¡ quita las manos de ahí !.

Como pudo, Rukia se alejó de las traviesas manos del muchacho, exigiéndole que le diese su ropa.