Yoongi y su pequeño hermano Jungkook, fueron adoptados por una pareja abusiva. Yoongi siempre cuidó de su hermanito incluso si eso conllevaba a recibir más golpes, aunque a él no le importaba mientras Jungkook estuviera a salvo.
Un día, empacó todo...
El grito horrorizado de su hermanito despertó a Yoongi e hizo que se sobresaltara, inconscientemente se dirigió tan rápido como podía a la habitación de Jungkook. Tan pronto como logró llegar, su corazón empezó a latir con fuerza, alterándose.
Su padre trataba de sacar a Jungkook del armario. Muchas veces antes, él le había dicho a Kookie que si llegaba a escuchar al hombre subir, que tenía que esconderse dentro.
Yoongi tuvo el coraje de alejarlo e incluso de darle un puñetazo en la cara para poder alejarlo.
—¡¿Que mierda?! —dijo el hombre lanzando a Jungkook al piso.
—Y-yoongi... —su pequeño le llamó y Yoongi corrió hacia el, para sujetarlo en sus brazos con fuerza, protegiéndolo.
—Todo está b-bien, ya estoy aquí Kookie —Yoongi dijo antes de que su padre le diera un golpe en la espalda.
—¡Mierdecillas! ¡¿Ustedes no aprenden, verdad?! —seguía gritando el hombre aún dando golpes a la espalda del adolescente.
A pesar del dolor, Yoongi, sin importar qué, siguió sosteniendo a Jungkook en sus brazos para protegerlo de su padre, incluso cuando el pequeño terminó llorando pegado a su camisa.
Después de unos cuantos minutos, Yoongi evitó soltar su llanto y algún tipo de ruido lo más que pudo para no asustar más a Kookie, solía hacerlo para evitar que sucediera.
Finalmente cuando el hombre terminó, salió de la habitación dejando a los dos chicos solos. El cuerpo de Yoongi fue directo al piso con cansancio.
—Y-yoongi —Jungkook murmuró gateando a lado de su hermano y fue en busca de una botella de agua para tirar esta en la espalda del mayor, para luego ayudar a su hermano a ir a la cama para darle de beber lo que resta del agua.
Yoongi sonrió y se dobló del dolor al tratar de sentarse.
—Ten Yoongi, bebe —Jungkook dijo sosteniendo la botella de agua; él la bebió y miro a Jungkook.
—¿Te lastimó? —pregunto Yoongi ahuecando las mejillas del menor y mirándole a los ojos. Jungkook negó.
—Mi héroe vino a salvarme, no pudo hacerlo —una vez lo soltó, abrazó con fuera a Yoongi—. ¡Eres mi héroe, Yoongi hyung! —el mayor le dio una sonrisa sincera—. Hoy duermes conmigo pequeño —lentamente dijo levantándose y tomando una respiración profunda.
Jungkook asintió tomando a su pequeño conejito de peluche, tomó la mano de su hyung y caminó sosteniéndola hasta la habitación del mayor, le ayudó a acostarse y se acomodó pegado a él.
Yoongi lo miro y lo cubrió con una manta.
—Duerme un poco Kooks—murmuró y cerró los ojos durmiéndose al instante.
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Más tarde esa misma noche, Yoongi comenzó a pensar. ¿Para qué nos quedamos si no hay nada que nos mantenga en este infierno? Lentamente apoyó su espalda contra el respaldo de la cama y miró a Jungkook durmiendo pacíficamente.
Salió de la cama y caminó al espejo, se sacó la camisa y observo las marcas frescas en su espalda. Un suspiro escapó de sus labios, supuso que el dolor pararía en tres días pero como una semana para que ya no sea verdaderamente doloroso.
Tomo asiento en la esquina de la cama y acarició el flequillo de su dongsaeng.
—Necesito sacarte de aquí pronto —se sintió como un gran idiota.
¡Dios santo! ¡Pude haberte sacado de aquí desde hace tiempo! ¡No puedo ser más idiota!
Mentalmente se dio un golpe en la cara y miró a su hermano.
—¡Te sacaré de aquí no importa qué!.
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¡Bienvenidos a una nueva historia!
Comenten y den estrellita si les llamó la atención para seguir leyendo. No olviden que a parte de esta, empecé a traducir otras historias y adaptar una a Bnior, en caso de que GOT7 te guste.
