Yoongi y su pequeño hermano Jungkook, fueron adoptados por una pareja abusiva. Yoongi siempre cuidó de su hermanito incluso si eso conllevaba a recibir más golpes, aunque a él no le importaba mientras Jungkook estuviera a salvo.
Un día, empacó todo...
⚠︎ TW // Abuso, nalgadas/actividades no consensuadas, feminización, privación de la libertad, indicios de síndrome de estocolmo, lenguaje fuerte.
Si eres sensible a estos temas, por favor NO lo leas y espera al próximo capítulo.
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Yoongi tenía los ojos vendados y las manos esposadas en la espalda. Estaba completamente desnudo, lo que le hacía sentir diez veces más avergonzado.
Estaba tumbado en una cama vestida con sábanas seda por lo que pudo sentir. En un descuido, una mano le subió por la cintura, lo que le hizo retorcerse ligeramente.
—No te muevas —la voz de Jimin sonaba diez veces más aterradora que de costumbre.
—S-señor p-por favor lo siento... No me haga daño —dijo Yoongi en voz baja y Jimin sonrió.
Se dirigió a la mesa que estaba en el sótano y sacó una mordaza negra junto con un collar que tenía sus iniciales.
Jimin le puso el collar y agarró la mandíbula de Yoongi. —Abre gatito, si no quieres que el castigo sea peor.
Yoongi abrió lentamente la boca y Jimin rápidamente metió la pequeña bola de la mordaza en su boca y la aseguró con fuerza.
Yoongi sintió que se le formaban pequeñas lágrimas de vergüenza. Jimin sonrió mirando a Yoongi.
De repente, Jimin nalgeó el culo desnudo de Yoongi haciendo que su pequeño cuerpo se sacudiera hacia delante. Un pequeño grito ahogado escapó de los labios de Yoongi y sintió que su ritmo cardíaco se aceleraba.
—Qué mala zorrita eres, desobedeciéndome —dijo y le dio otra dura nalgada a Yoongi.
Yoongi nunca había experimentado algo así. Era todo tan nuevo para él. Sin embargo, lo odiaba pero lo amaba al mismo tiempo.
Jimin cogió un látigo que estaba en la pared y se dirigió de nuevo a Yoongi. Levantó el látigo y lo golpeó en el culo de Yoongi haciendo que el sonido resonara en el sótano.
Yoongi dejó escapar un gemido y arqueó su espalda. —Creo que diez más deberían ser suficientes para ti.
Yoongi sintió que sus ojos se ensanchaban bajo la venda. Cuando estaba a punto de intentar gritar en señal de protesta, otra nalgada le fue propinada.
Después de unos cinco minutos, Jimin finalmente se detuvo para admirar el cuerpo de Yoongi. Su pecho se movía hacia arriba y hacia abajo, sus labios y la mordaza estaban cubiertos de saliva y su culo tenía múltiples marcas rojas.
—Que zorra tan hermosa —Jimin murmuró en el oído de yoongi, lo que provocó que éste intentara forcejear de nuevo.
Jimin agarró los muslos de Yoongi haciendo que éste dejara de moverse. —Tengo que ir a hacer algunos negocios amor. Para que no te aburras, puedas divertirte con un juguetito mientras estoy fuera.
Jimin sonrió mientras caminaba hacia la mesa de la habitación y sacaba un pequeño vibrador. Volvió a acercarse a Yoongi y sonrió. Lentamente lo introdujo dentro de él.
Yoongi dejó escapar un gemido. Su trasero le dolía intensamente y sintió que se le caían algunas lágrimas.
Jimin levantó el pequeño control y se dirigió hacia las escaleras. Una vez que llegó a la puerta lo encendió a velocidad media.
—Diviértete gatito.
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