Yoongi y su pequeño hermano Jungkook, fueron adoptados por una pareja abusiva. Yoongi siempre cuidó de su hermanito incluso si eso conllevaba a recibir más golpes, aunque a él no le importaba mientras Jungkook estuviera a salvo.
Un día, empacó todo...
Hoy era el día en el que Yoongi finalmente tomó el coraje de escapar de esa casa con su hermanito. Once de la noche y el padre de los chicos se encontraba hasta el tope de borracho y desmayado en el sofá.
Yoongi contó su dinero y el monto total era de ochocientos, a sus ojos parecía mucho, pero si quisieras empezar una nueva vida, el sobrevivir será muy difícil al principio. Él sabía que su padre era un dealer* así que seguro encontraría un poco más de dinero escondido en la casa.
Después de verificar que su papá estaba desmayado, Yoongi se dirigió a la habitación del hombre asegurándose de que podría hacer su búsqueda, aunque el aroma que la habitación desprendía hacía que su nariz doliera, por todo el desagradable olor de cigarros en el aire. Rápidamente comenzó a registrar todo.
Sintió una enorme ola de alivio al encontrar un gran fajo de billetes, sin pensarlo lo guardó en el bolsillo de su buzo.
Cuando estaba a punto de salir, Yoongi encontró una pistola en el suelo, mordió su labio inferior y caminó hacía ella; sus manos pálidas recogieron el arma y la examinó con mucho cuidado, recogiendo también las municiones. "Solo por seguridad". Se dijo a si mismo.
Con eso salió totalmente del cuarto y trotó de regreso al suyo. Una vez dentro comenzó a empacar algunas de sus cosas.
Una vez que Yoongi se aseguró de todo, caminó a la habitación de su pequeño hermano en silencio, se dirigió a un lado de él y empezó a sacudirlo con cuidado y sin hacer ruido.
—Kookie, despierta —susurraba.
Jungkook abrió los ojos lentamente y bostezó:
—Yoongi hyung, ¿Por qué me despertaste? —murmuró.
—Agarra a tu peluche y tu tablet, nos vamos de aquí pero no hagas ruido —dijo y agarró la mochila de Jungkook, la cual llevaba a la escuela, y empezó a empacar sus cosas y sacó el dinero que lograba ahorrar de su jarra de ahorros.
Jungkook se mostraba confundido, pero aún así tomó a su conejito y su tablet junto a su cargador. Yoongi se la pidió para guardarla dentro de la mochila sabiendo que Jungkook querría cargar su peluche en todo momento por el simple hecho de que lo que estaban a punto de hacer sería muy nuevo para él.
Jungkook tiró de la manga de Yoongi mientras se abrazaba a su conejito fuertemente.
—¿Q-qué está pasando Yoongi hyung?
—Nos estamos escapando —Yoongi abrió la ventana y miró hacía afuera. Justo en ese momento, los pasos de su padre empezaron a escucharse en toda la casa.
—¡¿DÓNDE ESTÁ MI MALDITO DINERO PEQUEÑA MIERDA?! —por suerte el hombre se encontraba golpeando la puerta de su habitación y no en la de Jungkook.
Con rapidez le dio la mochila a Jungkook y se arrodilló.
—Rápido, sube a mi espalda —Jungkook saltó y se agarró con fuerza junto a su conejito apretado a su pecho. Yoongi se sentó al borde de la ventana y saltó; tan pronto como aterrizó, comenzó a correr tan rápido como podía mientras escuchaba a su padre golpear la puerta de Jungkook.
Corrió por las calles con su pequeño hermano escondiendo su cara llena de lágrimas en el hombro de su hyung. Incluso Yoongis se encontraba asustado pero ahora estaba muy feliz porque de cierto modo ya eran libres de ese infierno.
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Comenten y den estrellita si les llamó la atención para seguir leyendo. No olviden que a parte de esta, empecé a traducir otras historias y adaptar una a Bnior, en caso de que GOT7 te guste.
