Yoongi y su pequeño hermano Jungkook, fueron adoptados por una pareja abusiva. Yoongi siempre cuidó de su hermanito incluso si eso conllevaba a recibir más golpes, aunque a él no le importaba mientras Jungkook estuviera a salvo.
Un día, empacó todo...
Yoongi despertó por el sonido de las calles concurridas. Se sentó y gimió sintiendo dolor en la espalda, probablemente por haber estado sosteniendo a Jungkook toda la noche. —Mejor que nada —murmuró.
Miró hacia abajo y vio a Jungkook abrazando a su conejito con fuerza mientras se aferraba a la camisa de Yoongi, a lo que este no pudo evitar sonreír.
El mayor se puso de pie y puso la manta en la maleta antes de levantar a Jungkook y cargarlo, ya que había decido dejar que el niño durmiera un poco más.
Jungkook simplemente se acurrucó más contra Yoongi mientras su conejito estaba siendo sostenido en sus brazos en lo que se acercaban al edificio de apartamentos.
Yoongi fue hacia la oficina y tocó la puerta para ser saludado por una anciana. La señora sonrió mirándolos.
—Oh, ustedes dos se ven muy delgados para su edad, por favor entren. Estaba a punto de preparar el desayuno. Me aseguraré de que coman mucho —sonrió y les abrió la puerta.
Yoongi solo asintió. Nunca había tenido alguna experiencia en la que un total extraño o alguien fuera amable con ellos.
Miró a su alrededor y volteó a ver a Jungkook quien estaba dormido en sus brazos. —Si quieres déjalo en la habitación mientras tú y yo conversamos. Creo que son los dos chicos que mi sobrina mencionó cuando me llamó anoche —dijo y les sonrió.
Yoongi siguió a la dama al dormitorio y dejó a Jungkook.
—Gracias señora, soy Min Yoongi y escuché que usted podría ayudarme a mí y a mi hermano ya que hemos pasado por muchas cosas —se mordió el labio mientras miraba hacia abajo.
—Por favor, siéntate —sonrió, a lo que Yoongi hizo caso y se sentó mirando alrededor de la pequeña pero decente sala.
La señora le dio a Yoongi una taza de café. —Comenzaré a hacer el desayuno. Mientras cocino, ¿por qué no me cuentas lo que pasó? —Yoongi asintió y respiró hondo.
—Jungkook y yo no somos hermanos biológicos, ambos fuimos adoptados por una pareja, pero la mujer se fue con otro hombre dejándonos con padre. Era abusivo, por lo que tuve que defender a Jungkook todo el tiempo y por suerte nunca lo lastimó. Tuve que obtener dinero para los dos, por suerte tenía dinero de mis ahorros y tuve que robar el dinero que mi papá guardaba para sus drogas, así fue como llegamos a Busan —tomó un largo respiro—. Y no tenemos un lugar para quedarnos, así que estaba esperando que nos permitiera quedarnos en uno de sus apartamentos.
La dama se dio la vuelta y abrazó a Yoongi. —Pobrecito, me alegro de que hayan venido a mí—Yoongi sonrió y le devolvió el abrazo.
—¡Y-yoongi hyung! —gritó Jungkook desde la puerta asomando su cabeza. Yoongi sonrió y caminó hacia su hermano.
—¿Dormiste bien? —preguntó, a lo que Jungkook respondió con un movimiento de cabeza.
Jungkook miró a la anciana y se escondió detrás de Yoongi. —¿Quién es ella Yoongi hyung? —le preguntó señalándola
—Llámame abuela. ¿Y tú cómo te llamas? —preguntó de vuelta con una pequeña sonrisa.
Jungkook salió lentamente de detrás del mayor. —Soy Jungkook —dijo con timidez.
La señora asintió con la cabeza —¿Qué tal si vas a ver caricaturas en la televisión mientras termino de preparar el desayuno y hablar con tu hermano? —Jungkook sonrió y caminó hacia el sofá, encendió el televisor y comenzó a cambiar los canales hasta que encontró las caricaturas.
—Mis apartamentos son pequeños pero están limpios y bien cuidados. El primer mes es gratis, pero cuesta ₩ 200,000 en alquiler después de que pase el primer mes —dijo sonriendo a Yoongi.
Yoongi le sonrió. —Muchas gracias, no tiene una idea de la gran ayuda que es.
La anciana asintió. —Pero debo advertirte jovencito —dijo ella terminando el desayuno—. No te vayas demasiado lejos. Recientemente la gente ha desaparecido y todos dicen que está relacionado con pandillas, así que ten cuidado.
Yoongi asintió. —Lo haré y muchas gracias por darnos un hogar.
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