Yoongi y su pequeño hermano Jungkook, fueron adoptados por una pareja abusiva. Yoongi siempre cuidó de su hermanito incluso si eso conllevaba a recibir más golpes, aunque a él no le importaba mientras Jungkook estuviera a salvo.
Un día, empacó todo...
Jungkook se sostenía fuertemente de la mano del mayor.
—¿A dónde vamos Yoongi hyung? —preguntó mirando a su hermano mayor.
—No lo sé, pero por ahora nos dirigimos a Busan —explicó y caminaron directo a la estación de trenes. Jungkook tenía alguna preguntas pero parecía que no era buen momento.
Yoongi caminó hasta la estación de trenes y sonrió una vez que llegó a la caseta de boletos.
—Tickets para Busan, por favor —le pidió a la chica de la caseta, ya que por suerte la estación siempre está abierta. Una vez que le dio los tickets, Yoongi y Jungkook esperaban por el tren para que los recogiera.
—¿Cómo es un subway, Yoongi? —Jungkook preguntó curiosamente.
—Es como un autobús, pero más rápido y por debajo, pero creo que te gustará, confía en mi —le sonrió y revolvió su cabello mirándolo con dulzura.
Su pequeño era todo lo que le quedaba y el planeaba cuidar de él con su vida. Jungkook solo asintió.
—¿Qué tan lejos está Busan? —Volvió a preguntar.
—Un par de horas —realmente a Yoongi no le importaba que tan largo iba a ser el viaje mientras llegaran, porque sabía que su padre no se molestaría en buscarlos.
Cuando llegó el tren, Jungkook se sostuvo del mayor mientras entraban, les había tocado en el final del vagón, en una esquina. El lugar era admirable a los ojos del pequeño.
—¡Esto es muy genial —dijo emocionado. El tren no era tan emocionante a los ojos de Yoongi, pero para su hermanito era algo que nunca había visto.
—¡Tenías razón! ¡Si me gusta! ¡Parece que estamos en una nave espacial! —Yoongi sonrió.
—Tan pronto como salgamos del tren, podremos comer algo —dijo miró cómo el tren comenzó a avanzar—. ¿Cuánto dinero tenemos? —preguntó Jungkook mientras se acercaba más al mayor—. No lo sé, aún no lo cuento —le respondió.
Yoongi buscó la mochila del pequeño para sacar el aparato. Yoongi había ahorrado dinero para comprarle a Jungkook un regalo la Navidad pasada, ya que nunca había tenido una Navidad apropiada y Yoongi quería que fuera especial. Quería comprarle un conejito desde hace tiempo, para antes de que cumpliera seis. Por supuesto que lo robó, pero eso nunca se lo diría a Jungkook, por el simple hecho de que se había vuelto algún tipo de modelo a seguir.
Jungkook tomó la tablet y asintió comenzando a jugar su juego de superhéroes mientras que mordía su labio en concentración. Yoongi tomó la mochila para sacar el dinero y así empezar a contarlo, sonrió al saber que contaban con al menos dos mil dólares; eso sería suficiente para conseguirse un departamento barato para tres meses. Tendrán que lidiar con ello hasta que lo consigan.
—Adivina que Kookie, tal vez tenemos suficiente dinero para ir a uno de esos restaurantes que te mencionaron en la escuela—Jungkook alzó la cabeza para chillar un:
—¡¿ENSERIO?!
En la escuela del pequeño aprendieron acerca de los restaurantes de barbacoa y desde ese momento Kookie quería comer en uno de esos. Yoongi asintió.
—Yep, pero también tengo malas noticias —el pequeño lo volteó a ver con ojos curiosos—. Tal vez tengamos que dormir en las calles por un tiempo, si estás bien con eso —Jungkook asintió—. Bien, creo que será genial dormir en el concreto en vez de una cama —Yoongi volteó a verlo preocupado para luego soltar una carcajada—. Eres tan raro—le contestó. Jungkook hizo un tierno puchero y después rompió a reír con él.
Dos horas más tarde Jungkoos detuvo su juego en su tablet solo para bostezar sintiendo sus ojos algo pesados, a lo cual Yoongi lo miró y soltó una sonrisa.
—¿Tienes sueño? —preguntó.
El menor asintió y apretó su conejito fuertemente; Yoongi lo levantó para cargarlo en su regazo, sacó una manta de la mochila, lo suficientemente para que entraran los dos y la dejó caer en ellos. Yoongi abrazó con fuerza a Jungkookie.
—Duerme, verás que el viaje terminará pronto —dijo y Kookie movió la cabeza cerrando los ojos.
Una vez que Jungkook se durmió, Yoongi dejó escapar un suspiro:
—Siento hacerte crecer tan rápido.
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