Capítulo Catorce

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Caminos.




¿Hola? —Me alegré al oír una voz femenina al otro lado de línea.

—¿Señora Rose? —pregunté demasiado nervioso y ansioso.

¿Sí? ¿Con quién hablo? —Sonreí ligeramente ante su pregunta. La verdad, es que temía demasiado que ella me olvidará.

—Soy Louis, quería preguntarle sobre Harry, ¿cómo se encuentra él? ¿En el colegio? ¿Ha estado comiendo bien? ¿Tiene nuevos amigos? —Indagué apresurado, quería preguntarle más cosas, pero sabía que ya me había excedido.

Oh, Louis, mi niño, calma, calma —Su voz me tranquilizaba mucho—, Harry ha estado bien, tampoco ha tenido problemas en su colegio, no sé si hizo nuevos amigos, pero estoy segura que los hará pronto.

Cada palabra suya me alegraba y me dolía en el alma.

—Ya veo —susurré—. ¿Ha estado comiendo? —pregunté despacio.

Sí, sí, además de mis postres que le siguen fascinando, ha tenido una buena alimentación. Es un buen chico. —Me sentía tan agradecido con ella.

—Muchas gracias por cuidar de él, en serio. No sé cómo pagárselo, siento mucho las molestias que le pude haber causado a usted y su familia. —Aunque de su llegada ya pasaron seis meses.

Tranquilo, sabes que a ambos los considero como mis hijos, está en buenas manos. No te preocupes. —Ella siempre me recordó a mi madre antes de... todo.

—Aún así, nuevamente gracias —bajé la cabeza—, ahora sí le dejaré tranquila, le llamaré la semana que viene. Hasta luego.

Hasta luego, mi niño. —Colgué el teléfono después de eso.

Harry se había ido con la señora Rose hace seis meses, no pude hacer nada contra ello, todo había sucedido demasiado rápido. Sin embargo, él tenía razón, ella era su tutora legal, no yo. Pero aún así, siempre lo consideré como mi familia, sin tener ningún papel. No logro entender lo que hice mal, por más que intento recordar el pasado, no sé en que fallé. ¿Cuándo? ¿Dónde?

Solo quería tener nuevamente a mi familia.

En los primeros meses de su partida, la casa estuvo sintiéndose demasiado grande para mí. Me preguntaba a mí mismo: ¿Esto era estar solo?

Cuando estaba con Harry jamás me sentí así, porque en mi vida lo tenía a él, a alguien por quien ser fuerte y seguir luchando, a alguien que te reciba en casa, a alguien con quien comer, a alguien con quien hablar sin tener que escuchar solo la televisión o la radio, a alguien a quien escuchar contarte sobre su día, a alguien a quien abrazar sin ninguna razón en especial, a alguien que esté... ahí.

Pero ya no había nadie, nadie por quien ser fuerte ni tener que seguir luchando, nadie que te reciba en casa, nadie que se siente a comer contigo, nadie con quien hablar, nadie que te cuente cosas nuevas, nadie a quien abrazar solo por el simple placer de hacerlo, nadie que esté... ahí.

Durante un tiempo no me atreví a entrar a su habitación, quería dejar todo tal cual estaba, con la esperanza de que él volvería pronto. Sin embargo, al final ya no pude mantener está casa, no tenía las fuerzas para seguir haciéndolo. No después del mensaje de Harry.

Desde que Harry se fue jamás quiso volver a hablar conmigo, solía llamar cada día a su casa, hasta que después de dos meses Blake habló conmigo, dándome un mensaje de su parte.


Rendirse |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora