Anoche me quedé como hasta 1 esperando a ver si llegaba un mail de Simón pero nada. Hoy tampoco. A lo mejor le cayó mal que le saludara con un beso. A las chicas les encantó que les saludara delante del imbécil.
A Rosario la volvió a llamar el de 16 que se llama Pablo. Quedaron en verse este sábado. Rosario ya me esta insistiendo en que vaya. A lo mejor me animo y voy. Me animo porque van todas y me gusta escuchar música.
No sé que voy a ponerme, como siempre. El eterno problema de las mujeres de caderas anchas. Voy a comprarme ropa y no solo que me miran de arriba abajo, sino que además cuando hay algo que una se puede probar con la esperanza de que le entre, se mete en esos minireductos detestables que son los probadores. Siempre me veo horrible. La última vez terminé llorando. Por suerte una de las amigas de Aitana cose. Yo le pido a ella que me haga los pantalones o alguna camisita porque si no, no sé que me pondría.
Todo esto para decir que seguro la llamo a Minie para que me haga una camisa de tela verde, que me la compró mi madre el otro día. Me encantaría ponerme un vestido.
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Rafaela de Mariana Furiasse
Teen FictionRafaela se ve con caderas anchas y se siente diferente a su madre y a su hermana Aitana, que parecen modelos. En el colegio se siente invisible, salvo para las tres amigas que tiene. Dice que es tímida y callada, alejada de los varones e interesada...