Después de darles algo para cenar, algo que ninguno de los dos consiguieron comer, la madre de aquella casa los condujo hasta una habitación que estaba desocupada.
- ¿No os importa dormir juntos? - pregunto aquella señora.
- No, gracias - respondió Luke.
- Vale, que tengáis buenas noches.
Salió de aquella habitación y cerró tras sí.
Abigail se metió entres las sábanas rápidamente, el frío en esas fechas y en esa casa era aún más fuerte.
- ¿Has oído lo que ha dicho? - le preguntó ella a Luke.
- Si - dijo entrandose en la cama.
- Ahora me siento culpable.
- No, Abigail - la miró- tú no tienes la culpa de esto, si hubieras estado allí aquella noche hubiera sucedido lo mismo. No tienes la culpa.
- Tenemos que salir de aquí mañana, antes de que despierten.
Él le asintió y ella se abrazó a su pecho.
- Esto fuera bonito si estuviéramos en otra situación - le dijo la chica.
- Bueno, tiene su encanto, a su manera. ¿Ves esto? - dijo enseñándole un lazo.
- ¿Otra vez? -preguntó ella riéndose.
- Es como una señal, siempre lo dejas por ahí tirado cuando nos vemos.
- Dámelo - dijo la chica intentando cogerlo.
- No, ahora es mío. No quiero que lo pierdas más.
- Eso no es justo, tú tienes algo mío, pero yo no tengo nada tuyo.
- A ver, dime ¿que quieres de mi?, no me he traído nada - dijo él sonriendo.
- Podrías darme un hilo de tu camiseta.
- ¿Es que quieres que me quite la ropa?
- ¡No!, está bien ¿sabes qué?, olvídalo - dijo dándole la espalda.
- Yo también te quiero, buenas noches - acercándose a ella y abrazándola por la espalda.
Con esa sensación de seguridad Abigail se quedó dormida.
Al día siguiente antes de salir el sol, ambos se despertaron y continuaron su camino. Queriendo acortar algo entraron por los frondosos bosques. Eso ayudó a que pudieran llegar, sin saberlo, más rápido a donde querían llegar.
- Ese es mi hermano - le dijo Abigail señalando a un sitio vallado y a un niño en específico.
- ¿Estás segura?
- Jeremías - salió corriendo para encontrarse con él.
La valla les impedía acercarse, pero ambos estaban feliz de encontrarse.
- Dios mío, ¿estás bien Jeremías?
- Sí, Abi, sácame de aquí - dijo asustado.
- Veré la forma de hacerlo, ¿dónde están mamá y papá?
- No sé, sólo hay niños conmigo.
Jeremías intentó acercarse más a la valla que les separaba para sentir a su hermana más cerca.
- No Jeremías, no te acerques a eso - le ordenó su hermana.
- ¿Has visto a mi padre, Jeremías? - preguntó Luke.
- Sólo ha entrado una sola vez, no lo he vuelto a ver más. ¡Abigail no quiero estar más aquí! - dijo empezando a llorar.
A Abigail también se le escaparon unas cuantas lágrimas, ¿qué iba a hacer?, era imposible sacarlo de allí.
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Una guerra entre nosotros
Fiction Historique(TERMINADA EN EL AÑO 2014) Capítulos cortos, 2-3 minutos de lectura por capítulo. Sipnosis: Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, el amor, la esperanza y los sueños estaban ocultos bajo la devastación y la destrucción de la guerra que iba a...