Charlotte Sellers, construida de mil pedazos

Capítulo 18.

El silencio inunda esta situación. Miro a Liam totalmente desorientada, esperando que diga una sola palabra. 

-¿Qué pasa Liam?-Me levanto nerviosa.-¿Qué mierda está pasando? ¿Por qué no me dices nada? ¿Qué sabes?-Grito con la voz temblorosa y noto como los ojos se humedecen.- ¡¿Que cojones esta pasando, joder?!

-Todo es una apuesta entre Louis y Niall. Él no te quiere Charlotte. Nunca lo hizo y nunca lo hará. Apostaron cuánto tardabas en caer en sus redes de nuevo, incluso...-El silencio vuelve. 

Me quedo totalmente petrificada, no sé que decir, no sé qué se deben decir en estos casos. De mis ojos brotan lágrimas sin cesar. Siento un fuerte dolor en el pecho, es una sensación inexplicable. Me siento una idiota. 

-I-incluso ¿qué?-Tartamudeo por los nervios que corren sobre mi cuerpo. 

Liam suspira profundo, no se siente preparado para decirme lo que viene después, pero necesito escucharlo. 

-¡¿Qué más?! ¡JODER!-Grito desesperada. 

-Querían grabarte manteniendo relaciones con Niall.-Susurra.-Lo siento mucho, Charlotte, joder. 

-¿Por eso estabas siendo simpático conmigo?-Vuelvo a chillar. 

-No, Charlotte, sólo quiero protegerte de ese gilipollas.-Se acerca despacio. 

-Llévame a casa, por favor te lo pido.-Murmuro entre lágrimas. 

-Charlotte...-Pronuncia Liam. 

-¡He dicho que me lleves a casa!-Lloro desconsoladamente. 

Los brazos de Liam rodean mi cuerpo; su abrazo es cálido, su abrazo me reconforta. 

-Me siento una estúpida.-Susurro con la voz entrecortada.

Me separo de su pecho, y lo miro a los ojos, me es difícil distinguir su rostro con los ojos tan aguados. Liam acaricia mi mejilla. 

-Todo irá bien.-Musita. 

Me siento en el banco aún temblorosa.-¿Sabes la sensación de tenerlo todo, y que te lo quiten de las manos como si nada, de sentirte vacío, de creer que todo se ha perdido? Así me siento yo, lo di todo, confié en él otra vez, creí que había cambiado, creí que todo iba a mejorar, que esta vez me quería de verdad, y que me quería bien. Y ahora me siento como tú, nadie me ha querido bien, y lo peor es creer que lo hacían para luego...-Tomo aire.

Liam toma mi mano y la acaricia, supongo que lo hará para tranquilizarme. 

-No quería dañarte, lo siento. 

-No es tu culpa, te agradezco todo lo que estás haciendo Liam.-Intento sonreír levemente.

-Te llevaré a casa.-Suelta mi mano despacio. 

De camino a casa, el silencio reina de nuevo. Miro a Liam de reojo constantemente, me transmite mucha paz y tranquilidad, exactamente lo que necesito ahora. 

-Gracias, una vez más.-Me tiro a sus brazos. 

Él me responde aprentándome contra su pecho.-Intenta descansar.-Me sonríe. 

Entro en casa, la oscuridad de mi cuarto, el silencio total provocan que las palabras de Liam vengan de nuevo a mi cabeza, constantemente. Mis ojos no dejan de llorar desconsoladamente. Me siento vacía, justo la misma sensación de cuando mi madre nos dejó a mí, a mi hermano y a mi padre. Y duele, duele mucho.