Charlotte Sellers, construida de mil pedazos

Capítulo 6.

-Ya sólo quedan dos días para el baile.-Chilla emocionada Danielle.

-Creo que todas tenemos ya pareja ¿no?-Me percato de que todas clavan sus miradas en mí.

-¿Tendrás pareja para el baile, no?-Pregunta Beth.

Niego con la cabeza.-Pues la verdad es que no.-Susurro.

-¿Y a qué esperas?-Frunce el ceño Dakota.

-A nada.-Río leve.-Oh venga, no es nada grave ¿podemos dejar este tema?-Suplico.

Mis amigas dejan de observarme detenidamente, y sorprendentemente me hacen caso cambiando de tema.

-¡Eh Charlotte! ¿Te apuntas?-Grita Kourtney, agitando las manos.

-¿Qué?-Sacudo leve la cabeza, saliendo de mis pensamientos.

-Esta tarde hay partido de fútbol y vamos a ir ¿Te animas?-Repite Danielle.

-Está bien.-Sonrío leve.

Coloco los libros de la anterior clase en mi taquilla, y de repente siento un susurro en mi oído.

-¿Así que vendrás a verme jugar esta tarde?'

-¡Niall joder!-Vuelvo a golpearlo.

Él ríe.

-¿Me espías?-Lo miro intentando parecer seria.

-Puede ser.-Suelta una leve risilla.

-¿No te dije que me dejaras tranquila durante esta semana de clase?

-Yo no escuché nada de eso.-Muestra una amplia sonrisa, haciéndose el tonto.

Ruedo los ojos.-Eres demasiado idiota.-Le devuelvo la sonrisa.

-¿Y bien? ¿De qué color he de comprarme la pajarita? ¿Rosa? ¿Azul? ¿Negra?

-Roja

-Tomo nota.-Carcajea.

No puedo evitar reír leve con él, su risa es tan contagiosa.

-Nos vemos esta tarde morena.-Camina hacia sus amigos que están en la puerta principal.

-¡Hola morena!-Me saluda Austin.

Espera ¿No me habrá visto con Niall, no? Espero que no. Aún no estoy preparada para decirle que he accedido ir al baile con él. Austin me mataría, dejaría de hablarme. Mis amigas me gritarían hasta hacerme entrar en razón, pero temo más la reacción de Austin.

-H-Hola.-Murmullo nerviosa.

-¿Qué te parece si esta tarde vamos al cine?

-He quedado con las chicas, vamos a ir a ver el partido de fútbol.-Me coloco la mochila, y camino con Austin.

-¿Sabes que estará Niall jugando, no?-Levanta las cejas advirtiéndome.

-Lo sé ¿Y?

-Nada, simplemente no quiero que te haga nada.-Saca las llaves de su coche, y lo abre desde la distancia.

Entro en su coche y enciendo la música como de costumbre.

-¿Y tu hermano?-Me pregunta.

-Tiene entrenamiento, así que come con uno de sus amigos.-Miro por la ventana.

-Está bien.-Arranca y acelera saliendo del aparcamiento de coches del instituto.