Llorar nos hace más feos.

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Al día siguiente fue extraño despertarme con alguien a mi lado, alguien con el cual no había tenido sexo o algo así, SeokJin aún dormía cuando mi reloj marcaba las diez de la mañana.

Me levanté con cuidado y eligiendo algo de ropa limpia caminé hacia mi baño. Tomé una ducha rápida y me cambié ahí dentro, aún con el cabello mojado salí hacía la habitación y desperté al pequeño peli rosa.

–SeokJin, despierta, tengo que ir a clases y tendrás que quedarte solo.– dije mientras lo empujaba un poco.

–No.– murmuró simplemente, rodé los ojos bajando a la cocina, hice un desayuno simple y sequé mi cabello, ordené mis cuadernos y desenchufé todo aparato que pudiera explotar en mi ausencia. Guardé las cosas de vidrio, oculté los cuchillos, apague el gas y encendí la televisión.

Solo serían cinco horas fuera de casa, no podía ser tan malo.

–¡Jin, estoy dejando el desayuno en la sala, siéntate ahí y mira la televisión hasta que vuelva!– avisé desde la puerta, no escuché ningún ruido. Suspiré lentamente, él era un adulto que pensaba como un niño. Tal vez estar solo unas horas haría que recordara algo.

–Espero que no muera.– murmuré saliendo al fin. Corrí a la parada de bus y fuí a mis primeras clases.

Debía estar tranquilo, Jin era inteligente, no había nada peligroso en mi departamento, Hoseok iría a verlo en unas horas ya que el tenia libre la mañana, Jimin haría el almuerzo para todos, todo estaba controlado.

...

¿¡Por qué siento que ya murió!?

–Joven Kim. Puede pasar al frente si tan poco interesado está en mi clase, tal vez usted pueda impartirla mejor.

Claro que puedo hacerlo mejor.

–Disculpe, no volverá a pasar.– contesté bajando la cabeza un poco. Debía estar sereno, SeokJin está bien.

El resto de las horas me dispuse a respirar profundamente y fingir estar bien frente a mis amigos, Lisa y BamBam no paraban de molestarme por la cara de funeral que cargaba ese día, mientras que Solar y Erick me reclamaban por cortar con MoonByul a cada momento.

–Ella cortó conmigo, ya dejen el tema en paz.– bufé siendo seguido por ellos dos al final de la mañana, ya casi marcaban las una cuando caminaba a la parada de buses hacia mí departamento.

–Ella dijo que te vió con alguien más.– gruñó Solar rodando los ojos.– Si hubiera sabido que eras así no te hubiera presentado a ella.

–Pues ya no me presentes a nadie. Erick, agarra a tu loca, adiós.– dicho esto corrí hacia mi transporte y me alejé de aquellos dos.

Busqué asiento dentro del armatoste y una vez acomodado me puse a meditar.

Ese había sido un verdadero día de mierda.

Acaricié mi frente cerrando los ojos con calma, había algo dentro de mí que me inquietaba, hasta ese momento había olvidado algo, pero no estaba seguro que era... Algo... ¿Qué estaba olvidando?

Bajé en la siguiente parada, caminé un poco y subí a mi departamento, el silencio del lugar era el de siempre... Pero ahora tenía a SeokJin... Claro, me había olvidado de él. ¿Que estará haciendo?

Con ese último pensamiento abrí la puerta sonriente.

–SeokJin, ya llegué... Don- Señora Anh, ¿Qué hace aquí?

–¿Qué qué hago aquí?– la mujer, quién era mi vecina de al lado, se acercó amenazante frente a mí.– Dejaste al muchacho solo toda la mañana. ¿Sabes la desesperación que le dió al no encontrar a su NamJoonie cuando despertó? Fue llorando a mi puerta diciendo que lo abandonaste, afortunadamente lo convencí de lo contrario y ahora duerme en el sofá. Encima se resbaló de las gradas y tiene una cortada en la rodilla. No sé que tiene el jovencito pero dejarlo solo fue muy irresponsable de tu parte. Espero que sea la última vez.– apuntó con la voz autoritaria.–  Escucha Kim, mandaré a mi nieto a golpearte si vuelvo a ver algo como esto. Dios, que ganas de hacerme enojar. Dile a SeokJin-shi que le hice galletas y que puede ir a mí departamento cuando quiera. Adiós.

¡Solo tiene 7 años! [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora