ṖΛŁΛCÊ

Los Arendelle

Después del agetreado día en busca de nueva información acerca del caso, los detectives se encontraban de nuevo en los interrogatorios. En cinco salas distintas se encontraban cada uno del miembros de la familia Arendelle. Si había alguna discrepancia en sus declaraciones se sabría, si eras sospechosos no tendrían oportunidad de corregirse.

—Elizabeth, Annabeth, Rapunzel, Mérida Arendelle y Jackson Frost. Resultaba algo inquietante que dentro de cada lista e interrogatorio terminaran mencionando al menos a un miembro de la familia. ¿No lo cree? —comento cerrando el folio.

—¿A qué quiere llegar, detective? —pregunta con fastidio.

—Solamente deberá responder algunas preguntas, le sugiero que no mienta, le recuerdo que es un delito. —sonríe, la platinada rodo los ojos. Le resultaba una molestia tener que estar allí.

|S a l a n ú m e r o d o s|
Mérida Arendelle

—Detective Wilde, ¿Por qué estaría yo interesada en asesinar a Aurora? Seguramente habrá hablado con mi compañero ya —sonríe, ella estaba segura de cada una de sus palabras, algo que llamo la atención del oficial.

—¿A quién se refiere? —la pelirroja sonrio nuevamente.

—Que investigación tan pobre, me avergüenza compartir oficio. Nos deja muy mal a los demás —ríe —. Aster Bunnymund es mi compañero. Fuimos contratados para investigar al supuesto amante de Di'Rose. ¿Por qué querría asesinarla? —aquella declaración tomo por sorpresa al hombre, ¿cómo es que habían ignorado el hecho de que Bunnymund tenía una compañera?.

—Toda su familia se encontraba en el hotel el mismo día. Comprenderá mis sospechas. Es algo preocupante, pues todos aquellos con los que hemos tratado han relacionado a alguno de su círculo con la víctima.

—Soy detective personal, trabajo para quien me pague, que Di'Rose fuera asesinada durante mi seguimiento es mera coincidencia. —se defiende.

—Su familia niega haber tenido contacto con Aurora, pero Rapunzel y Annabeth se estaban asociando. —encara, Mérida seguía con temple serio, sabía que era inocente y no daría a mostrar lo contrario.

—Como ya le dije, hacía mi trabajo, que Rapunzel y Annabeth sean mis primas no es más que una rara y desafortunada coincidencia. Yo no tengo por que inmiscuirme en sus asuntos, así como ellas no lo hacen con los míos.

—Creo que se encuentra en una situación comprometedora. Será interesante el cómo probará su inocencia. —sonríe con autoridad, Mérida afilió su mirada.

—Asumo que quiere información que Aster no le dió.

—Aster nos entregó toda la evidencia que poseía. —la pelirroja sonrio. Eran un equipo, pero Mérida trabajaba mejor sola.

—No tienen nada, ¿verdad? —rió —. ¿Acaso no saben del amante? —Wilde se sorprendió, mostró interés en sus palabras pero no el suficiente como para caer en desesperación.

—¿Usted que sabe? —inquiere frío.

—Sé quién se acostaba con ella —sonrio.

Horas más tarde

Los interrogatorios habian terminado hace un largo rato, ahora cada uno de los Arendelle se habían marchado y los detectives a cargo del caso se encontraban discutiendo posibles pistas a seguir, tal vez podrían estar avanzando un poco, o tal vez podrían seguir en la completa nada. Corriendo en un círculo sin fin.

—Phillip Charming era el amante de Aurora. —habla Wilde llamando la atención de todos.

—¿Y...? ¿No lo has llamado? —inquiere.

—Según la investigación de Mérida, Phillip se mudó a Toronto hace un mes, algo que complicó sus salidas y había pasado más de una semana desde que ellos dos no se veían. Charming no estaba en la ciudad la semana del asesinato, según los reportes de viaje, cámaras de seguridad y llamadas a su trabajo, él no había salido de Toronto. —explica Wilde.

—¿Entonces seguimos en lo mismo? —inquiere con frustración, Nick la mira con una mueca.

—Más o menos, no todo está perdido, descubrí que entre Elizabeth y Aurora había cierta riña. A Arendelle no le agradaba Di'Rose. —responde el pelirrojo.

—Eso ya lo sabía. Frost confesó que Aurora y él eran pareja hace años, hasta que ella se mudó y el contacto se fue perdiendo. No hay nada que nos interese -responde Hopps estresada —. ¿Cuántos faltan en la lista?

—Tres —responde.

—Llamalos ya, que Calhoun y Parr se encarguen de dos, y sólo dime quién es el restante. Necesito una Aspirina —Ordena. Tomando su cabeza entre ambas manos se marcha del lugar. Nunca se había sentido tan presionada y estresada en el pasado como en ese momento.

Más tarde

—Sí, mi esposa es una de las directivas de la firma rival de Aurora, pero ella no la asesinaría. —réplica.

—Yo nunca dije nada acerca de que su esposa fuera quien la asesinó. —obyecta

—No hace falta que lo diga, detective. Todo el mundo pregunta, yo le aseguro que no sé nada al respecto. —explica. Estaba ligeramente decaído, su hablar era sereno y lento.

—¿Qué hacía en su habitación esa noche? —interroga cambiando el tema. Eugene levanta la mirada un poco.

—Soy su estilista... lo era —se corrigio —. Ella daría una conferencia anunciando la colaboración con la firma de Rapunzel al día siguiente. Hiccup y kristoff también se reunieron con ella, solo hacíamos nuestro trabajo. —explica en voz baja.

—¿Sabía de la reunión con su esposa esa noche? —inquiere. Eugene asintio.

—Sí, Rapunzel lo mencionó, y Aurora me lo dijo directamente, a demás de ser su estilista era su amigo, mi relación con ella era de años, detective. Rapunzel dijo que Aurora, Anna y ella se reunirían en el restaurante del hotel a las 11:30, pero Aurora jamás llegó.

—¿Qué pensaba su esposa acerca de que usted y la Señorita Di'Rose fueran tan cercanos?

—Ya se lo dije, mi esposa y ella no eran las mejores amigas, y sí, ella no lo tomó de la mejor manera cuando lo supo, pero eso fué hace varios años. Rapunzel aprendió a manejar sus celos, por eso planeaban la colaboración , estaban intentando calmar la rivalidad entre ellas. Si eso funcionaba iba a ser el punto más alto tanto en la carrera de Aurora como en la de Rapunzel. ¿Por qué mi esposa querría eliminar su pase al foco principal que había buscado por años? ¿Por qué querría yo arruinar algo como eso si fue lo que intenté conseguir desde hace mucho tiempo?. Ninguno de los dos ganaba algo, Rapunzel y Annabeth perdieron con esto, y yo también perdí mucho. ¿Tiene más preguntas, detective Hopps?

—Hemos terminado, señor Fitzherbert. Puede retirarse —cerro el folio y se levanto para abrir la puerta de la sala, Eugene asintio y camino lejos de aquella tensa y gris habitación, encontrándose a unos metros a sus amigos y compañeros de trabajo, quienes al igual que él acababan de ser interrogados.

Ellos eran los últimos tres sospechosos de las listas, estaba hecho, no había nada que ayudara a resolver el caso, no había evidencia suficiente para incriminar a alguien, la causa de muerte tampoco ayudaba y el segundo cuerpo arrojó más interrogantes que respuestas. Era todo un complejo y cansado desastre, la detective Hopps estaba comenzando a perder la cabeza y consideraba seriamente dejar el caso como inconcluso o transferirlo; por primera vez en toda su carrera, la detective estaba a punto de renunciar.