CAPITULO III

5.1K 519 289
                                    

—𝙳𝚘𝚌𝚝𝚘𝚛 𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚌𝚒ó𝚗—

No podía negar el cansancio que estaba sintiendo, llevaba casi 3 horas ahí metido, hasta el momento le había ido bien, 21 diamantes, no estaban para nada mal, y tenía que admitir que seguir los consejos de Rubén, le fueron muy útiles.

Seguiría picando pero su alarma lo detuvo, programó una alarma con Rubén para saber a qué hora debían subir a la superficie, y sin mucho que esperar subió, llego y se sentó en un pedazo de piedra mientras limpiaba la suciedad de su rostro, a los pocos segundos subió el castaño.

—Vegetta!!

El mayor lo miro, venia un poco sucio en toda su espalda, y su cabello igual.

—Joder tío ,Casi me caigo en lava—rie— encontré también mucho oro, aunque no se en que usarlos, seamos sinceros el oro solo sirve para la manzanas —menciono sentándose frente al mayor.
—Ah! Y como te fue?.

El mayor alzó una ceja, era tan ordinario, pensó.

—Bien supongo —menciono mirando su mochila —llevo 21 diamantes —sonríe— y fue un poco más facil con tus consejo.

—Lo se tio! —se acerco sonriente al mayor— mira 32 diamantes!, 32! Estamos en la copa chaval!

El mayor abrió sus ojos, un poco de envidia recorrió su cuerpo, relajo de nuevo sus expresiones faciales, y con un tono de arrogancia hablo.

—Pero bueno doblas, supongo que debemos ya irnos.

El mayor se dirigía a la salida, el menor lo persiguió cantando su tema personal, lo llamaba "minero".

Aun seguía oscuro, pero empezaba a notarse tonos morados y rosas en un extremo del cielo, anunciando la proximidad del amanecer, hacia frio, y la noche estaba libre de enemigos, simplemente tranquila.

—Joder tío, que noche tan tranquila —sonrio admirando el cielo— bueno vegetita es hora de irse.

El mayor asintió perdido entre los colores que decoraban karamaland. El castaño hiba a dirigirse de nueva cuenta a su hogar, pero la voz del contrario lo detuvo.

—Y los diamantes?— menciono mirando la bolsa del contrario.

—Me los llevo—menciono con simpleza.

—Y como crees que se contaran?.

—Me llevo los que yo recolecte y después del mes te los daré, —hizo una pausa viendo como no le gustaba la idea al mayor—porque aunque sea uno de los más "correctos" —menciono haciendo comillas al aire con sus dedos—de toda karmaland, tambien tienes un precio y yo desconozco ese precio.

El castaño sonrio con ironía, tal vez aceptaba las condiciones de vegeta pero no confiaba mucho en el.

—¿Puedes explicarme como se negocia contigo?—menciono mientras arruga su seño.

—Todo el mundo tiene un precio, ¿crees que yo acepté esto por un trabajo de caridad?el diamante se vuelve escaso y yo deseo tener de repuesto.

—32 diamantes y sumando.

El azabache se acercó al castaño y lo miro directo a los ojos.

—Me podes pintar de todo, menos de traidor.

Se acerco mucho más para quedar pegado al castaño.

—¿Entiendes?.

El menor sonrió con ironía de nueva cuenta.

—Ok boomer.

¡ESTO ES ILEGALISIMO! [RUBEGETTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora