2; Zander

24 3 6
                                        

Capítulo 2

—¡Espere! —pido desgaliñándome al tiempo que corro dando golpes al metal del autobús que había empezado a moverse. —¡Bruce! ¡Bruce, macho! ¡¿Quieres parar el condenado autobús?! ¡Bruce, tío, no me hagas esto! —suplico empezando a acojonarme.

Es el segundo día de instituto pero para mí es el primero.

La fecha anterior a que fuese el primero oficialmente había cogido un pedo tan grande, que no llegué a tener resaca hasta la tarde del día siguiente. Mis padres ni siquiera se habían dado cuenta, pues estaba tan borracho que seguía durmiendo sobre la arena de la playa. Como un bebé, por cierto.

Había sido épico.

Siento como la palma de mi mano deja de frotarse contra el metal del autobús y este, por fin para. Espiro todo el aire que llevaba dentro. Joder.

Las puertas se abren y yo me apresuro a subir, con la cabeza bien alta.

—Bruce —saludo sin mirarle, pero él ni siquiera se vuelve. Arrugo los labios —. Que sepa usted que su conducta ha ofendido mi honor. 

—Siéntate o arranco este trasto ya. —responde de mala gana. Pongo una mano sobre mi pecho. Qué ofensa.

—Hay que ver el humor que tiene la gente por las mañanas... —murmuro empezando a andar. Pero aún así veo por el rabillo del ojo como el conductor niega con la cabeza, riéndose. Yo sabía.

Aún así el muy cabrón arranca aunque yo haya dado dos escasos pasos y por poco pierdo el equilibrio.

"Pero será...", digo para mis adentros mientras me agarro con fuerza al primer asiento que tengo a mano. 

Bajo la mirada para saber quien es quien ocupa ese asiento para disculparme y me encuentro con una chica que me sonríe sin apartar la vista de mí, desnudándome con la mirada.

"Qué miedo", pienso. —Hey, ¿cómo va eso? —guiño el ojo coqueto al tiempo que esta parece estar a punto de tener un colapso. El chico que está sentado a su lado la mira con una ceja levantada pero echo a andar antes de que pase nada.

—¡Zander! —escucho a mis espaldas y reconozco esa voz de anormal en cualquier parte.

—¿Amor mío? —le llamo volviéndome con elegancia y dramatismo.

—Tío, por estas cosas piensan que soy gay. ¿Por qué mierda a ti no te afecta? —se queja poniendo las manos en alto.

Suelto una carcajada y me vuelvo hacia su sitio. Él se echa a un lado, dejándome ver que había estado reservando ese asiento para mí. Pongo una mano sobre mi pecho, mirándole.

—Oh, cariño, siempre sabes como dejarme sin palabras.

—Va en serio, para, ayer un tío me tocó el culo después de que hicieses lo que fuese que hubiese sido eso.

—Y lo volvería a hacer sin dudarlo. —me río sentándome de una vez.

—Hazlo y firmarás tu sentencia de muerte.

—Ya lo hago sabiendo de donde vienes. —comento haciendo referencia a sus rasgos asiáticos y dejo que la bomba explote.

—Esta vez te has pasado. ¡Ya hace tres años que se ha eliminado el coronavirus! —protesta —Ni siquiera las pijas racistas de séptimo comentan acerca de eso.

Suelto una carcajada limpia que la oye hasta Bruce. No soy racista, para nada. Pero la confianza que tengo con mi amigo me impide ser moralmente correcto. Y él lo sabe.

—Lo siento tío, ¿era guapo al menos? —digo haciendo referencia al supuesto chico que le ha tocado el trasero.

—Muy guapo comparado con lo que tú hiciste en medio de todos bailando. —Mis alarmas saltan.

—¿Cuándo, dónde, cómo, por qué? —Ander se descojona mirando y señalándome. —En serio, no me acuerdo ni como llegué a la fiesta.

—Pues déjame decirte que lo que hiciste nadie lo va a olvidar en generaciones —ríe marcando la última palabra. Pero yo estoy serio. Bebí demasiado y no me siento orgulloso de ello, pero necesito saber qué pasó y Ander parece pillar al fin mi expresión. Me mira directo a los ojos, y con toda la seriedad del mundo... —. Te marcaste un striptease.

—¡¿Qué?! —mi voz suena más aguda de lo que quiero.

—No tenía ni idea de que supieras mover el culo de esa forma, tío. —Ahora sí, resbalo lentamente hacia abajo por el asiento y me cubro la cara con las manos.

—Es increíble... —exhalo muriéndome de vergüenza y sintiendo como la sangre que corre por mis mejillas parece entrar en ebullición.

—¡Lo increíble de eso es que aún así piensen que soy yo el gay! —se queja señalándose.

—Estoy seguro de que aún así me veía como un Dios griego como siempre —musito con las manos aún cubriéndome la cara, para después bajarlas formando una cruz sobre mi pecho, tapándome y con la voz temblorosa digo:— Sé sincero, ¿me violó alguien?

—A ti no sé, pero estaba claro que la tipa que has saludado hace cinco minutos estaba teniendo unos pensamientos sobre ti no muy acordes a lo inocente que se ve —comenta cambiando de tema. Me preocupo —. ¿Quién es?

—No lo sé. —respondo tal que así.

—Pues ella sí que quería conocerte, eh. —sigue pinchándome poniendo voz melosa.

—No te pongas celoso. —rebato poniendo los ojos en blanco al tiempo que Ander me propina un buen golpe en el brazo.

Estoy a punto de decir "Oh, más fuerte como anoche", pero el autobús frena en seco disparándome hacia delante haciendo que me de un golpe. Me sobo la frente mientras con la otro mano intento estrangular a mi buen amigo que se ríe como foca epilética.

Sin embargo, todo parece detenerse en cuanto pasa por delante de mí una chica. No le veo la cara debido a lo rápido que anda, pero consigo atrapar con mis ojos la forma de cabeza de gato negro enganchada en su pelo.

Deja vù.

🌊

n/a: esos rikos rankings

n/a: esos rikos rankings

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

pd: me he estado tomando una macedonia mientras me reía de lo penosa que me oigo akdjks

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


pd: me he estado tomando una macedonia mientras me reía de lo penosa que me oigo akdjks

disclaimer: es solo humor <3

ONLY US ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora