No te quiero, Te amo

Capítulo 8. Unilateral

Nunca he sido muy bueno en la cocina, a decir verdad, y la mayoría de las personas que han convivido conmigo saben eso, sin embargo, la preocupación en mi pecho por el bienestar de mi rubio mejor amigo me hace levantarme del sofá y preparar un desastroso ramen que tengo la esperanza nos alimente, porque para ser sincero el gruñido de mis estomago ya me estaba cansando.

Con dos tazas en las manos, hago maniobras y toco la puerta de su habitación.

—¿Quién?

—Soy yo Chim.

—Entra Kook.

—No puedo, tengo las manos ocupadas.

Pasan unos segundos y la puerta se abre mostrando la cara triste del Jimin. Ninguno dice nada, solo avanzamos hasta sentarnos en la cama.

—¿Has hecho ramen tú solo? —Jimin se sienta con las piernas cruzadas en la cama.

—Pues sí. Todos decidieron encerrarse y, a decir verdad, por muchas peleas que hallan, no voy a perder el hambre —Coloco ambas tasas en la mesita de noche y me siento frente a él —. Además, tú también tienes que comer.

—No soy como tú, al contrario, por cualquier cosa el hambre se me esfuma.

—No interesa, tienes que comer.

Él no se queja en el momento en que le paso su taza, la acerca a su rostro recibiendo el humo, luego, comienza a comer. Hago lo mismo.

—¿Qué está pasando Jimin? El ambiente ha estado tenso desde que llegamos, Yoongi y tu no dejan de pelear, pensé que eran buenos amigos.

—Ese es el problema Kookie —Casi grita —Él... Yoongi me gusta.

Mis esperanzas de tener una relación con Jimin, al principio, para mí eran de uno noventa por ciento, cuando Yoongi llego, tengo que admitir que esas bajaron a un cincuenta por ciento, cuando los vi besándose a un cuarenta, cuando pelearon esta noche por semejante tontería, a veinte; pero escuchar decir a Jimin que él le gusta, a pesar de que mis esperanzas ya estaban muy bajas es como recibir una puñalada en pecho, sin poder evitarlo un nudo se me forma en la garganta y se me cristalizan los ojos.

No llores Jeon Jungkook, no te atrevas a llorar. Tu solito te hiciste esto. Me digo.

—¿Estas bien Kook? —La pregunta me hace darme cuenta que me he quedado callado y que no supe esconder muy bien mi reacción. —¿Vas a llorar?

—No —Fuerzo una sonrisa —Es el humo, me está lastimando los ojos.

Jimin asiente y sigue comiendo ramen.

—Esto me ha tomando un poco por sorpresa ChimChim. Te gusta Yoongi hyung. No pienses que pretendo juzgarte, pero solo se han visto poco tiempo, pasaste tres semanas de vacaciones el año pasado y ahora que él está aquí solo han pasado dos.

—Lo sé, sé que no me entiendes, pero yo hablaba con él, todos los días, en cada momento, le contaba todo lo que sucedía en mi vida, y él me contaba lo que pasaba en la suya, cuando me sentía desanimado o cansado él me daba ánimos y me motivaba, cuando peleaba contigo me hacia ver las cosas de forma neutral para entender los motivos. Yo sé que soy una persona muy social, me gusta hacer amigos, me resulta fácil desenvolverme con las personas, pero a pesar de toda la gente a mi alrededor, solo con dos he llegado a sentirme libre de expresarme sin tener miedo a ser juzgado. La primera eres tú, y la segunda él... Yoongi.

Yo escucho sus palabras, trato de procesar lo que Jimin me dice. A él de verdad le gusta mucho Yoongi, habla de él como una de las personas mas importantes en su vida, se expresa de él con amor y aunque su rostro tiene se ve triste, sus ojos brillan al hablar de la persona de la que está enamorada. Por un momento me pregunto si así me veo yo cuando hablo de él, cuando hablo de Jimin.