Renaissance (GiornoxMista)

Parte 6

Fugo saludo a Sir Snow, intento cambiar su voz, al hablar con el después de tanto tiempo, que el viejo anciano pareció no reconocerle y solo ayudo al recién llegado, en lo que le solicitó. Pidió leer los libros de historia de Tel Aviv, pensando que encontraría algo tras el consejo de su lady, sin embargo el tiempo que estaba ahí, sentía que lo estaba desperdiciando pues peleas contra aquel hombre, no había nada. No encontró ni una pista, ni una ayuda, nada que pudiera hacerle entender lo que pasaba.

-Espero que su lectura sea placida- hablo Sir Snow, invitando una copa de vino al huésped que omitió su nombre. El de cabello blanco, solo alzo la vista a el, el hombre mayor no veía bien ya, los años no habían pasado en vano.

-Algo- confeso Fugo, y Sir sonrió -Aunque no encuentro nada de lo que quisiera saber- dijo y suspiro, decidiendo  aceptar la bebida.

-¿Y qué es lo que busca saber el muchacho?- pregunto Sir, sentándose al otro lado de la mesa y toco los libros. Su vista podría fallar, pero ahora su tacto era su mejor habilidad, pues sonrió al tocar las portadas de los libros -Más si a alguien como usted, le interesa la historia de Tel Aviv, de la noche a la mañana joven Panacotta- comento, y el joven reacciono asustado.

-No, usted me está confundiendo-

-Soy viejo, no tonto- respondió Sir Snow -Cuide de todos ustedes cuando nadie más lo hacía, sobre todo al testarudo de Mista, cuando solo se metía en problemas por ayudarlos a ustedes, y más a ti- le recordó, pues el día que se habían ido a despedir de Giorno, Sir Snow fue quien les ayudo a llegar a la habitación del muchacho, antes de emprender aquella huida, que no pasó desapercibida.

-Ahora, dime ¿qué es lo que buscas o lo voy a averiguar yo?- pregunto Sir, a lo que Fugo suspiro, no tenía otra opción, además de que ya se había delatado de ser él, más aun así no había persona alguna que les llamara la atención. Nadie ponían atención, de que el estuviera ahí.

-Me dijeron... que usted me podría ayudar a encontrar información sobre algo- confeso.

-¿O alguien?- adivino Sir, y Fugo intento sonreír, definitivamente, ellos no conocían persona más sabia, que el.

-Lord Dio- contesto, y si en aquellos momentos Sir Snow estaba tranquilo y sereno, su aspecto cambio de un momento a otro, al oír aquel nombre.

-No, olvídalo- corto la conversación y se levantó de la silla. Tomando el libro para cerrarlo, y marcharse de ahí.

-¿Que? ¿Usted sabe algo?- reacciono Fugo, tras su acción -Sir Snow-

-No- le interrumpió -Por el bien de Tel Aviv, incluso de ti mismo, no busques sobre él, nada vas a encontrar sobre él. Esa tonta profecía es mentira, lo que dijo nunca se volverá realidad- contesto e intento darse media vuelta, tan pronto se puso de pie, pero Fugo le detuvo.

-Por favor- suplicó, al notar que había encontrado una respuesta -No he podido dormir bien, y la falta de conocimiento me consume en desesperación ¿qué es eso? ¿Quien es el?- rogó en busca de ayuda y guia.

-La profecía que dijo Dio no puede hacerse verdad, tú no puedes ser el muchacho que lo traiga de vuelta a la vida- dijo Sir Snow, con un extraño gesto de lamentación. Fugo le soltó y  se acercó a él, intento verlo al rostro, poniendo sus manos sobre las del anciano que sujetaban el libro.

-Dígame, por favor que es lo que usted sabe- insistió. Sir Snow suspiro profundamente, y sin decir otra palabra, dejo la librería sola mientras Fugo solo le siguió, al interior de su hogar. Después de su pequeña platica, todo tenía un poco más de sentido, le contó su pasado, y una historia que se había borrado. Solo gente de confianza y de la realeza lo sabia, pues pocos contaron la historia a sus herederos, mientras el resto decidió olvidar.