Max Pov
Quito a Carlota lo más rápido posible de puedo, ¿Qué le sucede a esta mujer? No puedo entrar otra vez en mi vida y esperar que esté dispuesto a todo por ella, aun no se me olvida la manera en cómo me hablo esa noche en el bar y sobre todo como me causo problemas con mi castañita bonita... ¡Demonios! Solo espero que Isis no se enfade cuando le cuente lo ocurrido. Mis labios solo duraron unos mini segundos unidos con Carlota, pero conociendo a mi castañita sé que esto no le agradara nada.
—Carlota, que te quede claro de una buena vez—comienzo—Amo a la mujer con la que estoy ahorra, ella es todo lo que siempre quise en una persona y lo que tuve contigo fue bueno es su momento...pero te pido que no te entrometas en mi vida y me dejes tranquilo—
—Maximiliano, aun te amo, no me hagas esto—empieza a decir y veo como lagrimas se forman en sus ojos; en el tiempo que estuve con Carlota nunca la vi llorar, ella misma se llamaba "la mujer de hierro".
—Te lo dije, pero al parecer no te quedo claro... yo ya no te amo— le digo— Si tú me amas como en verdad dices, te pido que me dejes de buscar y permíteme ser feliz con la mujer que amo—
—Si eso es lo que en verdad quieres—habla mientras se limpia las lágrimas—estoy dispuesta a dejarte ser feliz—dice.
—Gracias— le digo, me dirijo a la puerta y la abro— pero ahora te pido que te vayas— ella lo hace sin decir ninguna palabra y creo que es lo mejor, miro mi reloj y es mejor haga de una vez lo que le da vueltas a mi cabeza y no después y hacer el daño mucho más grande como lo fue la primera vez.
Isis Pov
—Vamos a almorzar que me muero de hambre— me dice David cuando empiezo a recoger mis cosas; estamos a días de estrenar y los ensayos se han intensificado mucho, estamos nerviosos, pero a la vez ansiosos. Para mucho, incluyéndome será como nuestro "debut" en las ligas profesionales del Ballet.
—Antes de que todos se vayan a almorzar...— empieza a hablar Grace, la misma chica pelirroja que nos organizó para las audiciones y que también es asistente del director—Tiene que estar todos a tiempo; hay un anuncio sumamente importante del que deben de estar enterados—dice y después de decir un "si" colectivo; junto con David y más compañeros nos vamos a almorzar a una cafetería cerca del teatro.
—¿Qué creen que sea el anuncio importante que Dimitri nos dará? —pregunta Valery, quien es la chica que interpreta el papel de la Reina Soberana, madre del príncipe Sigfrido; papel que interpreta David.
—No lo sé, pero estoy muy ansioso por saberlo— responde Luca, bailarín que interpreta a Benno von Sommerstern, amigo del príncipe.
—Yo solo espero tener el éxito suficiente para que nuestro ballet tenga una larga temporada— contesta de pronto Breatrice, una de las bailarinas que forma parte de las damas de la corte.
—¿Y tú reina cisne, no te sientes nerviosa? — me pregunta directamente Frankie, otro de los caballeros de la corte.
—No les voy a mentir, si estoy algo nerviosa, es la primera vez que me presento ante tantas personas y siendo sincera no es lo mismo que cuando lo presentábamos en la academia—les comento.
—Chicos hay que estar tranquilos y relajados; sé que para muchos es nuestra primera presentación a tal escala pero confió en que lo aremos bien; nos hemos matado en los ensayos—empieza a decir David; y vaya que tiene razón, en las últimas semanas emos ensayado como locos toda la puesta en escena, cada maldito movimiento tiene que ser perfecto y más si Dimitri está presente; cuando él nos observa debe ser perfecto o por lo menos con la mínima equivocación de nuestra parte y de todo los que harán posible esto. Desde los vestuaristas, la iluminación, el sonido y entre otros— Ayer fue el ensayo general, ya vimos que con vestuario, iluminación y música salió perfecto—nos anima y es verdad, para ser el primer ensayo general nos salió a la perfección.
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Las zapatillas del doctor #Wattys2021.
Roman d'amourUno pensaría que al ir a un restaurante de comida rápida nada extraño te puede pasar. ¿No? Solo entras, pides tu orden y esparas a que te la den para poder irte. Nada fuera de lo normal. Pues así pensaba yo, cuando el destino volvío a hacer de las s...