Mis almohadas, cajas fuertes acolchonadas de llanto y lágrimas, que han escuchado mis sueños rotos, mis desiluciones; las mismas que ayer me pedían a gritos: «deja el pasado» y hoy me dicen «no llores mas». Guardan secretos, bastante turbios.
Veo por mi ventana, a esas niñas de relucientes bicicletas y coloridos vestidos; yo mientras, en mi polvorienta y vacía habitación, medito. El sentimiento que le siento a este lugar es más bien poco, sólo los presos tienen la dicha de comprenderme, una cama dura y cuatro paredes monótonas, pintadas de gris.
!Violencia¡ he sufrido aquí, y creo es propia de mi mente. Ahora mismo, la más fuerte de las razones para escapar.
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Un Diario Desquiciante ©
Historia CortaEl hijo de Margaret Barton vive una aventura fuera de lo común en su niñez, su aburrimiento lo condujo a encontrarse con algo que no todos pueden contar. Sufrió un trauma. Encontró en su ático algo super extraño, parecía un simple diario con garaba...