Si, ella era Mía. La ex'novia de Alex. ¿Le debería decir sobre él? No, por el momento no.
La voz de un hombre se escuchó tras el teléfono, la cual me parecía muy familiar.
-Ambar, te debo de colgar .. estoy algo .. ocupada con mi novio .-susurró Mía con la voz agitada, yo rodee los ojos, sabiá que significaba «ocupada».
-Ocupada, entiendo.
-¿Con quién hablas, Mía? .-dijo la muy familiar voz. Yo traté de reconocerla pero no podía. Una familiar voz masculina.
-Con una amiga, Ambar. -contestó Mía, pude notar que se encontraba algo irritada, ¿Qué estará pasando allí?
-¡Ambar! .-chilló femeninamente su novio. En ese momento pude reconocer esa voz . Simplemente no podía creerlo, no me lo imaginaba.
-Connor ... .-susurré no tan asombrada como él. Un silencio incómodo nos inundó, terminé la llamada y coloqué el aparato en su lugar, luego me deslicé en la cabina telefónica totalmente frustrada.
Caminé hacia mi casa, tenía mucha información que procesar en mi mente, lo único que podía pensar; era en esos tres chicos que sorprendieron mi dia. Esos son los únicos pensamientos que cruzan por mi cabeza lo que es muy molesto.
Alex me mintió enormemente, Chase viaja en un mes a Inglaterra y ahora Connor es novio de Mía. Todo fríamente calculado. Al parecer este día fue el peor de mi vida o de este año. Un día con sorpresas no tan gratas.
Cuando llegué a mi casa, no le tome importancia a mi madre y a mi hermana, que me atacaban con preguntas y corrí hacia mi habitación.
Me aventé a mi cama y empecé a procesar lentamente toda esta información. Me dolía fuertemente la cabeza y sentía demasiado calor en todo mi cuerpo. Empecé a sudar frío y a temblar ligeramente, ¿Estaré enferma? Me desvestí y me cambie con mi pijama. Mis ojos se sentían pesados y finalmente los cerré para quedarme totalmente dormida.
[ . . . ]
Al despertar, tosí con fuerza. Intente levantarme pero mi cuerpo se encontraba demasiado débil y lamentablemente no pude lograrlo.
-¡Mamá, no puedo levantarme! .-murmuré, pero mi voz se encontraba temblorosa. A pesar de esto, «en menos de lo que canta un gallo» apareció con expresión preocupada. El sexto sentido de madre.
-Hija, estas roja. Traeré el termómetro .-espetó con preocupación y se retiró de mi habitación, a los pocos segundos volvió a aparecer. Me colocó el aparato en mi boca y esperamos impacientemente los tres minutos.
-¿Ya? .-pregunté, aún con el termómetro en la boca. Algo desesperada.
-Ya .-me lo quitó y lo observó con estupecfacion. -Dios mío, estas con fiebre alta, tienes cuarenta grados.
-¿Me traes caldito de pollo? .-murmuré tocando mi frente frecuentemente.
-Claro querida .-susurró dulcemente, dicho esto se retiró de aquí.
Intente levantarme y cuando lo logré, directamente me dirigí al baño. Me observé en el espejo y realmente lucía horrible. Mis ojos estaban cristalizados, mi rostro color carmesí y mi cabello similar a una escoba.
Me lavé la cara y me reflexioné ¿Cómo me enfermé tan rápido? Una pregunta sin respuesta. Luego, me acosté nuevamente en mi cama y recordé todo lo que paso ayer, sentí como la cabeza me taladreaba. Escuché un extraño ruido cerca a mi ventana, me volví y encontre a Alex observándome con sorpresa.
-Alex, ahora no puedo hablar. Lo siento debes de irte .-susurré con la voz apagada, él no obedecio y se sento al borde de mi cama. Idiota.
-Sé que me odias por mentirme todo este tiempo. Sé que esta mal haberlo hecho, pero tenía miedo. Miedo de que me dejaras como un perro abandonado. Miedo a perderte. Realmente me dolió lo que pasó ayer y ahora me duele verte en ese estado. Acepto que me puse muy celoso al ver tu gran amistad con Chase. Sé que espanto a tus amigos. Sé que fue irresponsable, ir a tu Instituto. Pero tambien sé que no soportaría que no me perdones .-yo sonreí por todo lo que me dijo, pero tambien me encontraba nerviosa porque en cualquier momento aparece mi madre.
-Debes de irte, mi madre aparecera pronto, luego podemos hablar sobre esto .-murmuré impaciente. Aunque también deseaba que se quede.
-Solo un segundo .-tragó saliva -aunque estes enferma , quiero mostrarte mi forma de agradecimiento, a mi manera .- finalmente sonrió de lado.
No tuve tiempo de contestar, pues sus labios estamparon contra los míos.
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[EDITANDO] Te escondo en mi habitación
Roman pour Adolescents"¿Te escondo en mi habitación?" Aquella pregunta es la que, por un tiempo, pensé que nunca tuve que haber hecho. En ese momento ni me imaginaba las consecuencias que provocaría. Sin embargo, fue la más esperada, la pregunta que sin saberlo, cambiarí...