El tren del tiempo/Parte 2

25 3 0
                                    

21 de octubre de 1888—7:00 am

1 año y 5 meses después fueron necesarios para que Thomas pudiera contemplar su invención: el tren del tiempo, un tren impulsado por el vapor y por la aceleración que haría al pasar desde el inicio de las vías del tren—barranco Shonash eso y un capacitador de flujos hecho con cobre fundido e impulsado por los componentes de la tabla voladora de Martin.

Pero a pesar de todo esto, para Thomas esa no fue la parte más difícil, la más difícil, aunque no quisiera aceptarlo, era tener que dejarlo todo atrás. Los cielos estrellados, los paisajes sin camino y aunque no entendiera el por qué, echaría de menos a el mismo Marshall Strickland. El antepasado de Strickland era mucho más agradable que su tataranieto.

Pero ahora no podía distraerse con el pasado, ahora tenía que mirar al futuro, literalmente, jaló entonces la palanca que pondría el tren en posición para el desplazamiento, cuando en ese momento se escuchó una voz que lo sacó de su trance—¡Eastwood! —de inmediato reconoció la voz como la de Marshall, este se giró a la voz.

—¿Comisario Strickland? —preguntó a la vez que comenzaba a caminar hacia él por las vías del tren—¿Qué hace aquí? —añadió.

Strickland que estaba junto a su hijo Roger parados a un lado de las vías comenzó a caminar hacia su dirección antes de responder—¿No me envió con su esposa? —en ese momento llegó Clara corriendo hacia la dirección, esta se quedó a unos metros atrás de Strickland.

Thomas la miró con una sonrisa antes de dirigirse hacia Strickland—, claro que sí señor Strickland—Marshall le puso una mano en el hombro de Roger en un gesto de protección.

—¿De qué se trata su experimento? —cuestionó Strickland, Thomas se llevó una mano al cuello antes de responderle—yo...eh...estoy...trabajando, en una locomotora que pueda llegar a las 90 millas por hora—Strickland lo miró confundido.

—¿90 millas por hora? ¿Por qué alguien quisiera ir a esa velocidad? —en otras circunstancias ese experimento sería una prueba indiscutible de indisciplina, pero Thomas se volvió su excepción, después de todo un hombre que derrotó a el mismo Bedford Tannen sin disparar una sola arma se merecía su respeto.

—Bueno, comisario Strickland, eso mismo decían del avión y el hombre totalidad—Strickland lo miró fijamente y fue entonces donde supo que todavía el avión no había sido pensado o mucho menos creado—, eh...lo que yo quiero decir...es que la ciencia nunca descansa—Strickland soltó a su hijo antes de caminar hacia él.

—Su esposa me dijo que harán un viaje en este tren modificado y que, jamás volverán...—su voz se hizo más débil en este punto, Thomas al verlo se acercó hacia él y una vez que estuvo enfrente suyo le puso las dos manos en los hombros.

—Nunca creí que alguien llamado Strickland me extrañara—soltó una risa al recordar las veces que el director amenazó con expulsarlo mientras que Strickland lo miró con confusión—¿Quiere decir que conoce a mis parientes? —Thomas lo miró a los ojos, pensando su respuesta por unos momentos—. Se puede decir que si—Strickland bajó su rostro estaba comenzando a pesarle sabiendo el hecho de que nunca volvería.

Thomas al verlo en ese estado sintió una oleada de piedad que lo hizo decir estas palabras—, el futuro no está escrito señor Strickland, aunque sé que va a hacer un gran hombre y su hijo también—Strickland miró a Roger que observaba todo consternado.

—Solo dime James—dijo Strickland antes de abrazarlo con fuerza—nunca creí que la ciencia fuera una gran idea, pero creo que esta es la excepción—Thomas le dio unas palmadas en la espalda antes de separarse de él.

—Apuesto a que si James—en ese momento miró el reloj de bolsillo de Strickland para darse cuenta de que ahora el momento para irse.

En ese momento Clara viendo su propio reloj corrió hacia su dirección, tenían que partir antes que el tren de las 8. Corrió durante unos momentos antes de llegar al lado de Thomas con la respiración entrecortada.

Back to the past (Volver al futuro fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora