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su cuerpo se movía como si fuese una tela encima de un ventilador, apenas podía mantenerse quieto y sus pies se enredaban entre ellos, estaba hecho un caso, pero allí estaba yo, cuidándolo como si fuese un bebé.
—vamos a dormir, raúl.
me acerqué a él para tomarlo de los hombros, sus mejillas rosadas era lo único que mi mente podía captar, había estado tomando desde la mañana, y ya eran las siete pasado el mediodía, no podía entender como aún no había muerto.
suerte de principiante, supongo.
—¿vamos a dormir juntos, willy?
como si fuese de esos borrachos coquetos, hablaba en mi cuello mientras intentaba besar este, yo por obvias razones, que significaba no tener autocontrol, me alejaba e intentaba que no me tocase nada.
pero era tan hiperactivo.
—raúl.
me empujó a la cama, y cuando supe reaccionar, él estaba sentado arriba mía, con las piernas y los brazos enrollados en mi cuerpo.
y nuestros labios, muy, muy cerca.
—r-raúl.
—¿nunca has pensado en esto?
me dolían varias partes, me quemaban otras, y las que sobraban, se encontraban en las nubes.
mi respiración comenzó a elevarse cuando intentó moverse, creando un tipo de vaivén, no conocía a este tipo de raúl, pero no me estaba gustando para nada, pues me estaba haciendo perder todas las fuerzas que tenía para no acariciarle.
luego de unos segundos, en donde mi mente volvió a tierra, aguanté cualquier sonido de mis labios, para hacerme el serio y empujar a raúl.
—estás borracho, por el amor de dios.
mi corazón me golpeó reiteradamente cuando vi las pupilas de raúl quebrarse en un llanto, tapó su rostro con las sábanas para que no lo viese.
—gilipollas.
gritaba como si le hubiese hecho daño, pero fue todo lo contrario, no podía hacer mío un cuerpo que sus sentimientos estuviesen mezclados por esa toxina venenosa que tenía en su botella de ron.
—¿por qué me rechazas así?
fruncí el ceño.
—¡que estoy enamorado de ti, coño!
se sorbió la nariz mientras me miraba con el rostro apenado, luego se tapó el cuerpo completo con las sábanas blancas, yo me quería acercar, pero sabía que no era el momento.
le había hecho daño al chico de mis sueños.
raúl es muy directo.
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