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y es que es complicado todo este sentimiento que surgió en mi interior, el como se desarrolló es misterioso, pero el como se desenlazó, maravilloso.
¿cómo mis ojos pudieron envolverse tanto en una mentira?, es que era para enojarse, tanto que brillaban por el mismo chico durante tantos años, pero nunca me di cuenta del porqué.
y es que era obvio, estaba perdidamente enamorado de guillermo.
y te das cuenta que no exageras, cuando ves su sonrisa, cuando ves el cambio positivo que te haces al estar con esa persona, el ver como aquellos besos le dan color a lo largo de tu vida, te das cuenta que tu corazón no late sólo porque te gusta, sino porque te enamora, te hace vivir, te hace soñar.
y eso pasaba con él, cada vez que achinaba sus ojos, un nuevo portal de sueños surgía con el a mi lado.
y es que cómo, cómo no caer ante su persona, ante su enorme estatura que simboliza apoyo, ante su carácter tan correcto, ante su manera de tratar a la gente, era perfecto.
y agradezco mantenerme quieto, le doy las gracias a cada una de mis decisiones, pues si hubiera arrancado como el cobarde que era, nunca hubiera estado en la posición que estoy ahora.
—¿estás seguro que vamos a terminar nuestra carrera?
besó mi diestra, aquella misma que estaba entrelazada con la suya, la acarició con sus belfos, para darle seguridad a nuestro agarre.
si estábamos juntos, podíamos con todo.
—tú no, eres muy tonto.
fruncí el ceño ante su adjetivo dirigido hacia mi, siempre era así, pero ya me acostumbré, pues tampoco dañaba en mi autoestima, sólo me hacía gracia.
—¿por qué te empeñas en molestarme tanto?
guillermo al ver mi cara de enfadado, me envolvió en un fuerte abrazo para poder besar cada centímetro de mi rostro, y así finalizar en mis labios, donde se quedó varios segundos pegados a ellos.
