06. BOOM

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Dos meses habían pasado desde que vio por última vez a su ex, meses en los que terminó su empleo, y tuvo que mudarse a un apartamento un poco más económico ya que ahora no tenía compañero.

Lo único bueno que le había pasado desde entonces fue haber encontrado un piso con buena ubicación para alquilar rápidamente y casi a mitad de precio de lo venía pagando. 

Tirado en la cama, no hace nada diferente a los anteriores días. Estar acostado y dormir.

Desde que terminó de dar sus clases, lo único que hizo fue dormir hasta las 2 pm, y no salir de allí hasta que el sonido de su estómago fuese imposible de ignorar.

Extendió la mano hacia su mesita de luz y tomó el celular que hace segundo había vibrado. Abrió la aplicación y no se sorprendió por la cantidad de mensajes de su único y mejor amigo, Heechul, quién según Donghae se estaba comportando como un grano en el culo. No dejaba de mandarle números de teléfonos de psicólogos. Cómo que si fuera la gran solución a los problemas.

Le estaba escribiendo una respuesta cuando una llamada entrante le apareció en la pantalla. Era Heechul.

Quería simplemente cortarle pero conocía a su amigo, y era seguro que iba a insistir. Así que lo atendió.

La charla duró poco más de 10 minutos y terminó con Donghae confirmándole por primera vez que iba a ir una sesión con un psicólogo.

Ciertamente no sería la primera vez que iba al psicólogo, ya que cuando arrancó su primer y único noviazgo con HyukJae, se sintió con la necesidad de ir para desahogarse.

Todavía recordaba lo exagerado que su actual ex novio sonaba cuando se quejaba por las preguntas que hacía, es que a decir verdad los celos que tenía Donghae eran imposibles de ocultarse y eso a HyukJae le molestaba.

—Hola Donghae, ¿cómo has estado? Ha pasado tiempo desde la última vez que viniste —Saludó una mujer de unos 40 años con cabellos negros y una que otra cana, probablemente tendría más edad ya que una vez le había comentado que tenía una hija de 24 años, misma edad que él.

—Hola Dra Kim. Si, 7 meses para ser exactos— respondía tirado sobre el diván que había dejado de ser blanco y que ahora era Azul. Ese lugar había sido meca de incontables momentos en los que pudo exteriorizar sus sentimientos e inseguridades.

—Bien, cuéntame ¿cómo estás, que te trajo de regreso?

—Vine porque Heechul cree que ir al psicólogo me resolvería la vida —suspiró pesadamente— él no sabe que ya soy un visitante frecuente de estos consultorios.

—¿Heechul? — Lauren, más conocida como la Dra Kim tomó su libreta y empezó a hacer sus anotaciones.

—Si.

—¿El no sabe que venías al psicólogo?

—No. —La Dra anotó eso en su libreta, pues le pareció importante ese dato. Pues sabía que Heechul era el mejor amigo desde la escuela secundaria, incluso antes de que su paciente tuviera un novio oficial.

—Bueno, cuéntame qué ha pasado desde entonces, ¿cómo van las cosas con HyukJae?

—HyukJae me engañó y meses después terminó conmigo— Donghae giró la cabeza para mirar la reacción de la mujer que más lo conocía. Definitivamente la Dra Kim no lucía sorprendida. Ciertamente ella sabía que eso sucedería tarde o temprano, una de las principales razones por las que Donghae iba al psicólogo era para platicar sobre las sospechas que tenía sobre su novio.

—¿Cómo lo descubriste?

—Sólo lo seguí hacia un motel y esperé un par de horas hasta que lo vi salir junto a un chico.

—¿Qué hiciste luego de verlos? — Varias veces Donghae le había dicho que de confirmar una traición no sabría que hacer, pero que le dolería como si le estuviesen disparando en el corazón. 

—Le reclamé, le grité sin importarme que su acompañante estuviera presente.

—¿Y por eso terminaste con HyukJae? —Lauren despegó su vista de la libreta y se puso a observarlo. El rostro que Donghae tenía en ese entonces le indicó que el sufrimiento que tenía era inmenso. A pesar de haber pasado meses desde que había roto esa relación.

—No, él terminó conmigo.

—¿Cómo sucedió eso? —Cualquier persona se sorprendería de escuchar que el engañado no haya sido quien terminase la relación pero no la Dra Kim, quién si bien había esperado por el bien de su paciente no escuchar eso, el hecho no la desconcertó sino que confirmó lo que pensaba acerca de la pareja.

— Me terminó cuatro meses después de eso.

—¿Cómo? 

 — Sólo pasaron los meses y boom... él terminó conmigo.



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