Love? - Hyunlix

three. 🥑

Los días han pasado rápido, Félix y Hyunjin siguieron hablando, días maravillosos para este ultimo, nadie habia durado hablando tanto con Hyunjin, se sentía feliz, y espera que nadie le pueda quitar eso.

...

Era un viernes, Hyunjin ya iba camino a casa en el autobús. Cuando estaba llegando a su casa, vió el auto de su madre afuera de esta, ¿Su madre estaba en casa? Pero si la vió irse esta mañana, ¿Se quedaría en casa este dia? A Hyun le ilusiono la idea, asi que camino un poco más rapido para ver porque su madre estaba ahí.
Entró a casa, silencio absoluto, de repente escuchó voces, eran susurros, el chico con miedo dejó su mochila en el sofá y fue con sus puños listos por si algún extraño estaba en casa, se estaba acercando a las voces, provenían del cuarto de su madre, la abrió un poco y ahí estaba ella, su mamá, con un hombre que desconocía por completo, se estaban besando, luego ella se paró y empezó a bailar de una manera seductora, vestía prendas negras, casi descubriendo su cuerpo, el extraño solo disfrutaba lo que veia mientras le tiraba dinero, como una... Hyunjin corrió a su habitación, ya no quería ver más, no quería aceptar la realidad, quería borrar eso de su mente, estaba llorando.

—¿Porque?— susurraba el chico entre sollozos.

Su madre le habia mentido todo este tiempo, mostrando una parte de ella que no era, estaba tan confundido. No soportaba estar ahí, entre lagrimas agarró su telefono y salió de casa lo más rapido que pudo, no sabia a donde iba pero lo que si sabia era que no quería estar ahí, sabiendo eso.
Hyunjin caminaba, pensando, procesando todo, aún no podia creer lo que habia visto, su madre bailandole a ese hombre, ahg, era tan raro e incomodo, ¿Porque su mamá habia escogido ese trabajo? Tenia muchas preguntas e iba a ser muy incomodo saber las respuestas. Cuando estaba caminando por los arboles, vió a un chico sentado, se le hacia familiar.

—Hey, tu eres Hyunjin, ¿Cierto? El amigo de Félix— el pelinegro solo pudo asentir, tenia miedo. Al verlo bien, se dió cuenta que era Jeongin, Lix le había contado de todos sus amigos y él  era uno de ellos. —No te preocupes, no te haré preguntas tontas, si gustas puedes seguir tu camino, no molesto más— el chico iba a seguir su camino sin rumbo, pero algo en él le decia que se quedara con el chico, por alguna razón sentía que el extraño lo necesitaba. Sin decir nada se sentó en la banca, aún lado de él.

—Te quedaste, no es necesario Hyunjin, estoy bien—

—No lo estas— dijo el pelinegro.

—¿Como lo sabes?— dijo confundido

—Nadie viene solo a estos lugares, es solitario y triste.—

—Para ser callado eres inteligente. Y bueno, si, no estoy bien— desviando la mirada.

—Cuentame— dijo sin más, Lix le habia dicho que JeongIn sabia ocultar muy bien sus sentimientos, pero Hyun sabia leerlos perfectamente, y ese chico estaba muy deprimido.

—Mis padres no me apoyan en nada, no es lo tipico de un adolescente, literalmente todo lo que quiero hacer a ellos no les gusta y no me dejan hacerlo, es frustrante e injusto—

—¿Que es lo que no te dejan hacer? Si se puede saber, claro.—

—Me gusta cantar, siempre me ha gustado, pero mis padres lo ven como algo malo y que no me va a llevar a nada, me lo prohiben como si fuera rayado una pared— suspiró triste el pelirojo.

—¿Puedo dar mi opinión?—

—Claro—

—Yo pienso que debes que debes ignorarlos, no tiene nada de malo cantar, es una forma de expresar tus sentimientos, y eso es lindo. Tal vez, tus padres te quieren proteger, pero creo que ya eres un poco grande para tomar tus propias desiciones sobre que es lo que te gusta y que no. No lo sé, solo es lo que pienso, no necesariamente debe ser cierto.— agachó la cabeza un poco, su opinión no valía mucho de todos modos.

—Wow, creo que tienes razón, debería decirles que no deberían preocuparse por mi.— el pelinegro asintió.
—Gracias por aconsejarme Hyunjin— le sonrió.

—No fue nada.—

—¿Porque te quedaste? ¿No ibas a algún lado?—

—Oh eso, solo te ví algo triste, y sentí que necesitabas a alguien, perdón si eso te molestó.—

—Wow wow, no lo hizo, no te preocupes, y gracias, ningún desconocido se habia preocupado asi por mi— dijo algo sorprendido.

—No hay problema. Bien, debo ir a casa.—

—Ten cuidado Hyun— el pelinegro se alejó despidiendose.

Se sintió feliz de haber podido hablar con ese chico, era tan amigable, le cayó bien, solo que se sintió diferente con Félix, este le causó más sentimientos, los cuales no podia describir ni expresar, era raro pero hermoso.

Llegó a casa, su madre estaba ahí, sentada en el sofá, seguramente esperandolo, no se sentía del todo listo para escuchar a su madre, pero tenia que estarlo si quería respuestas.

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