six. 🥑

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Hyunjin respiraba con pesadez, no habia dormido muy bien por la noche y al despertar tenia uno de sus muchos sentimientos oscuros, no se sentía bien pero supuso que se quitaría después.

Bajó las escaleras y ahí estaba su madre haciendo el desayuno.

—Hey, ¿Cómo dormiste?— la madre intentaba prestarle más atención a su hijo después de la charla del otro dia, pero al parecer ese dia el chico no iba hablar como lo hacia antes.

—¿Hyunjin?— el chico miraba un punto fijo, hasta que reaccionó. La miró poniendo atención a lo que decia.

—Te pregunté que si como dormiste cielo, ¿Estás bien?— el pelinegro solo asintió y siguió comiendo su cereal.

La madre no estaba conforme con su respuesta, pero no quería presionarlo a que hablara con él.

...

Hyunjin caminaba, metido en sus pensamientos, a lo lejos miró a Félix con su brillo de siempre, transmitia tanta felicidad, el pelinegro solo pudo sonreír un poco.

—¡Hey Hyunie!—

El chico se sorprendió por el apodo, de repente sintió un calor en sus mejillas al ver a Félix acercarse con una sonrisa, como un niño pequeño, tan lindo.

—Hey Hyun, ¿Dormiste bien? Te vez algo cansado.— dijo el pelinaranja tocando su rostro con sus pequeñas manos.

—Sinceramente no dormí bien Lix, me siento un poco mal— ese era la cosa magica del pelinaranja, hacia que Hyunjin se sintiera seguro a su lado, sin sentirse incomodo de expresar sus sentimientos.

—Ouh bae, ¿Quieres hablar de eso luego?— ese brillo de Félix en sus ojos lo hacian ver aún más lindo, Hyunjin estaba enamorado de sus ojos.

—No lo sé, no quiero volver a molestarte con mis problemas, ya fue suficiente el otro dia—

—No me molestas Hyunie, quiero verte feliz, y quiero ayudarte a serlo.— tomó su mano en forma de apoyo.

El pelinegro solo admirada al contrario, le hacia sentir tantas emociones juntas, nunca se habia sentido asi.

—¿Quieres un abrazo?— le dijo el pelinaranja al ver que no respondía. El contrario asintió.
Los abrazos que se daban generaban mil emociones, le hacian sentir que estaba seguro con él, que nada malo iba a pasar, todos sus problemas desaparecian en un parpadeo.

La campana sonó y se separaron mirandose con ternura.

—Debemos ir a clases, nos vemos en la hora del almuerzo, ¿Okay Hyunie?— este asintió y vió al más bajo alejarse con sus amigos. Se sentía tan afortunado de tener a alguien como Félix en su vida, era tan amable y lindo, le gustaba tanto.

En camino a la clase su mente empezó a hacer preguntas:

¿Serás bueno para él cuando sean novios? ¿Serás buen novio almenos? ¿Serás lo suficiente para él? ¿Se cansará de ti en cualquier momento? Porque, no eres tan bueno, tal vez lo aburres.

Los pensamientos negativos seguian, cada uno doliendo más que el anterior, quizo evitarlo pero era como si su mente quisiera jugar con él. Sacudió su cabeza y vió a sus compañeros afuera de el salón de clases.

—Ah, Hyunjin, ¿Cierto?— le habló una chica, supuso que compañera de su clase. El chico solo asintió.

—Al parecer tenemos esta clase libre, el maestro no vino, asi que puedes tranquilizarte—

Bueno, almenos no tendrá que lidiar con la presión del maestro y sus pensamientos a la vez.

Caminó lejos de ahí, necesitaba tiempo a solas asi que fue a su lugar favorito, donde no habia quien lo molestara. Se sentó, recostó su cabeza en el tronco del arbol y respiró profundamente buscando relajarse, pero simplemente no podia, su mente le repetía las mismas palabras una y otra vez: insuficiente, aburrido, inutil.
Se sentía de esa manera, ¿Que tal si es cierto? ¿Que tal si aburre a Félix y se aleja de él para siempre? ¿Y si lo arruina? Eran tantas preguntas, se sentía tan inseguro de si mismo, se sentía como si caminara en un cuarto oscuro, pisando con cuidado para no cometer un error. Todo era abrumador, se sentía tan impotente, se odiaba tanto en ese momento, sentía que si hablaba de eso explotaría en algún momento.

Empezó a rascarse su brazo inconscientemente, no sentía nada, estaba muy metido en sus pensamientos, su brazo empezaba a tornarse rojo, pero el pelinegro no paraba. Empezó a llorar, ¿Porque estaba haciendo eso? Le dolía tanto, todo su cuerpo temblaba, se sentía tan debil, se abrazó a si mismo, estaba tan solo, sin nadie que pudiera ayudarlo.

Pasó una hora, su clase era de dos horas asi que aún le quedaba una.
Después de su crisis decidió leer su libro favorito: "Visión Cromatica" cuando se dispuso a leer, sintió una prescencia cerca de él, cuando volteó era un amigo de Félix.

—Hey, lo siento molestarte, soy Seungmin— un chico de lentes y castaño, muy tierno. —Mm, solo vine a darte esto— le ofreció un jugo de manzana en lata, esos que tanto le gustaba. —Hace unos minutos te vi llorando... Y sé que eres un chico algo cerrado asi que recordé que Félix me mencionó que tu jugo favorito era ese, asi que ojalá te haga sentir mejor— le dió una mirada timida, Seungmin no era muy social, asi que hablarle a un extraño sin estudiarlo primero no era algo que sucedía todos los dias.
El pelinegro aceptó el juguito feliz en sus adentros.

—Gracias Seungmin— le sonrió sin mostrar sus dientes.

—No es nada Hyunjin. Debo ir a clase, nos vemos, que disfrutes el jugo— se despidió con su mano y se fue.

"Tal vez, solo tal vez, aún hay personas con algo de luz en su interior." Pensó Hyunjin.

" Pensó Hyunjin

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Love? - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora