III. Lealtad

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El fuego podía observarse a kilómetros de distancia, las sirenas de los bomberos hacían eco en el centro de la ciudad mientras se acercaban al lugar del incidente, se había reportado por los vecinos como una explosión por fuga de gas pero todo iba más allá, los perpetradores continuaban dentro de aquel consultorio de los barrios bajos y un homicidio estaba a punto de llevarse acabo

- ocultaste de mi su habilidad, tenías esto planeado desde el principio- el azabache por más que lo intentara no podía ponerse de pie, la herida en su abdomen era grave, estaba perdiendo demasiada sangre ni siquiera podia traer de regreso a su adorada Elise para que lo sacará de ahí

- por supuesto, tu mataste a tu predecesor y ahora es mi turno de obtener el control- sobre su rostro una sonrisa llena de malicia se dibujo alzando la mirada para ver si aquel hombre moribundo - la mafia estará mejor conmigo como líder, lograremos lo que tu no ese viejo hicieron

Las yemas de sus dedos bajaron par una de las mejillas manchadas de carmesi del pelirrojo que descansaba sobre sus piernas debido al drenado de su energía, lo obligó a llegar a su límite y aunque fue por pocos minutos consiguió la destrucción necesaria para tomar la ventaja sobre el médico

- él te hará lo mismo, te matara cuando llegue el momento - tosio un par de veces escupiendo sangre proveniente de sus órganos dañados, su tiempo había terminado

- no lo hará porque tengo un plan - se puso de pie tomando entre sus brazos si menor, había llegado la hora de marcharse y dejaría a su mentor para morir calcinado bajo los escombros - adiós Mori sensei

-Dazai... ¡Dazai! - intento salir pero sus piernas no respondían, no podía hacer nada más que aceptar su cruel destino

Los cimientos cayeron aplastandolo y acabando con su vida al instante, cuando los paramédicos y el cuerpo de bomberos llegó a la escena del crimen no encontraron a los culpables, no hubo sobrevivientes dejándolo pasar como un simple accidente por una fuga de gas.



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- no hay cambios en Chuuya, permanece dormido y los doctores no saben cuando puede despertar pero han retirado el respirador artificial - la joven mujer dueña de la casa de cortesanas se acercó al escritorio donde su nuevo líder se mantenía observando el paisaje a través de ese gran ventanal - tampoco hay señales de que quieran levantarse en su contra Dazai kun por haber asesinado a su predecesor, las transacciones continúan con normalidad y nadie habla de lo sucedido

- por supuesto que no los hay, saben de lo que soy capaz de hacer, el primer error de Mori fue enviarme a mi a controlar su los rebeldes y cerrar los contratos con los traficantes - tomó las hojas sobre la mesa de los estudios médicos de Nakahara esbozando una ligera sonrisa, pese al daño interno que tuvo estaba sanando acorde lo esperado y aunque nunca iba a admitirlo estaba preocupado - pero dígame Kouyou san ¿usted que opina? Mori Ougi a muerto ¿esta conforme con que yo tome su lugar? -

La fémina dio un largo suspiro sacando un abanico de su kimono como clara muestra de una ansiedad que intentaba ocultar pero para alguien tan perspicaz como Dazai era imposible que pasará desapercibido

- no es como si pudiera quejarme, Mori llevaba en buen camino la organización, su único error fue confiar en un adolecente y enseñarle como matar, no estoy de acuerdo ni en contra de que hayas tomado su lugar -

- pero tienes dudas, aún así seré bondadoso y te daré tiempo de pensar- se puso de pie caminando por la amplia oficina hacia las ventanas posando ambas manos tras su espalda - vete a la casa de cortesanas, continúa tu labor ahí, piensa bien lo que ocurrió y en una semana vuelve si no lo haces sabre que tu lealtad estaba con Mori y enviaré a que te asesinen... y para hacerlo más interesante será Chuuya quien lo haga

- no es necesario, no soy tonta y quiero conservar mi vida - cerro el abanico inclinándose en un ángulo casi de noventa grados - yo lo seguiré Osamu Dazai entregaré mi vida a la Port Mafia y a ti que la controlas

- buena elección- su plan había funcionado, en esa ocasión no era necesario conseguir el respeto de sus subordinados por medio de matanzas, el miedo ya estaba dentro de los corazones de todos a excepción de uno - Chuuya quedará a tu cargo, continuarás entrenandolo pero que no me entere que le metes ideas

- no lo haré - lentamente se reincorporó acomodando la fina prenda que vestía manteniendo la mirada sobre la figura de negro que era iluminada por el atardecer

- puedes retirarte - solo bastó esas palabras para escuchar la gran puerta de madera abrirse y los pasos alejarse - ahora menos podré suicidarme Odasaku, pero por lo menos mantendré a salvo a Chuuya - habló al aire dirigiendo su único ojo descubierto al cielo que comenzaba a tornarse de colores violaceos para abrirle paso a la más noche más oscura de Yokohama

Change  [Bungou Stray Dogs \ Soukoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora