Capítulo 8

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Esther entreabrió la puerta y asomó la cabeza dentro del cuarto de su hija. Frunció el ceño al verla sentada encima de la cama, con las piernas cruzadas y el laptop sobre su regazo.


- Hija.- le llamó. _____ levantó la vista de la pantalla y le sonrió con timidez.- ¿Qué haces despierta a esta hora? Son más de las doce de la noche.- la miró con ojos minuciosos. Ella ya tenía su pijama puesto y estaba lista para dormir, pero al ver el teléfono inalámbrico que sostenía en la mano, preguntó:- ¿Estuviste llamando a alguien?

- Uhmm, sí.

Esther vio como su hija se sonrojaba y eso despertó su curiosidad. Entró a la habitación y se apresuró en sentarse a su lado sobre la cama. Estiró el cuello y trató de ver por la pantalla del laptop, pero _____ se le adelantó alejándolo de su alcance y vista. Esther arqueó una ceja. 

- Te oí hablando con alguien hace un minuto. ¿Tienes una cita mañana? 

_____ no podía ignorar la emoción que teñía su voz. Esther siempre ha querido que trajera al departamento un hombre y _____ lo sabía muy bien. Ella tenía bien claro cuáles eran las intenciones de su madre respecto a la idea de querer ligarla con alguien y no podía pasar en alto el entusiasmo que demostraba ante la idea de que tenía una cita. En el pasado, cada vez que Esther le preguntaba cuándo traería a uno de sus amigos al departamento _____ siempre evadía el tema, avergonzada ante la idea de que sus amigos se pudiesen sentir incómodos por la extrema curiosidad que podía demostrar su madre ante la emoción de que tal vez ella tuviera un novio. Pero ahora, teniendo en cuenta que su madre había escuchado la conversación que mantuvo con Justin por teléfono, no le quedaba otra opción que decir la verdad.

- Sí, mamá. Tengo una cita mañana con un chico.

- ¡Oh, Dios mío! ¡_____! ¿Cómo no me dijiste antes que tienes novio?

- Yo no tengo novio. Sabes que no estoy interesada en tener uno.- bufó.- además, ¿Tú que haces escuchando conversaciones ajenas? Seguro estuviste espiándome detrás de la puerta. 

- Oh, _____.- negó con la cabeza, ignorando su último comentario y estirando una mano para acomodarle un mechón de cabello detrás de la oreja. Al momento de acostarse _____ se soltaba el pelo y ese era el único momento en que podía dejarlo lucir frente a los ojos de su madre. ______ era una mujer hermosa, y lo sería aún más si se vistiera con otra prenda de ropa que no fuesen jeans y aprendiera a maquillarse, así, de ese modo reluciría sus ojos y su preciosa cara. Brevemente Esther se preguntó a qué se debía su inseguridad, pero en el fondo, ella ya sabía la respuesta.- no digas eso. Algún día conocerás a un hombre digno de tu amor que sabrá respetarte. 

- No lo sé. La verdad es que me da igual si llego a tener novio algún día o no.

- Lo que me pasó a mí no significa que te vaya a pasar a ti también. 

- Eras tan joven…

- _____.- le advirtió.- no sigas por ahí.

- Perdón mamá. Pero tú sabes lo incómoda que me siento cuando estoy cerca de un hombre.

Esther se rió a carcajadas.

- Mi niña.- Esther siguió riéndose, pellizcándole una mejilla en un gesto maternal. _____ se quejó y puso los ojos en blanco.- tienes amigos strippers, gays… ¡Conoces a todo tipo de gente gracias a tu trabajo y me dices que te incomoda estar con un hombre!

- Pues así es como me siento.- ¿O tal vez era Justin que lograba colocarla nerviosa solamente con su presencia?

- Que a un hombre le gusten las mujeres y tenga pene no significa que te vaya a violar.- puso los ojos en blanco.

- ¡Mamá!

- Es la pura y santa verdad. Tan solo mírame a mí y a Randy. Él se comporta como todo un caballero conmigo, y jamás me he sentido tan feliz junto a él. 

- Es diferente. Tú a Randy lo conoces desde hace años. En cambio yo conocí a Justin esta semana y ya mañana voy a salir con él. 

- ¿Se llama Justin? ¡Qué bonito nombre tiene! ¿Y cómo lo conociste?

- En el trabajo. Él entró a la tienda en busca de un vibrador y yo lo atendí.- dijo y se encogió de hombros.

- ¿Tiene novia, entonces?- frunció el ceño.

- Sí, así que quítate de la cabeza esa posibilidad de que yo sea su novia. 

- Bueno, tal vez vio algo especial en ti que llamó su atención. Entonces… ¿Qué ropa te pondrás mañana para verlo?

- Lo de siempre. Unos vaqueros y una camiseta.

- ¡No! Debes ponerte un vestido… algo bonito. Tienes unas piernas preciosas, _____. Deberías lucirlas en vez de estar escondiéndolas debajo de esos feos pantalones.

- Mamá… por favor, yo sé lo que me voy a colocar.

- Vale.- refunfuñó y se puso de pie. Después se inclinó y la besó cariñosamente en la frente.- me voy a dormir, y tú deberías hacer lo mismo. Mañana tienes que ir a la universidad.

- Sí, sí. Buenas noches, mamá.

ѕєx ѕнσρ. {נυѕтιɴ&тú} miniweв-нσтDonde viven las historias. Descúbrelo ahora