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Capítulo 12

Justin alzó la vista y deseó tener una cámara a mano para sacar una foto y recordar ese momento para siempre. Y entonces, como si _____ le leyera la mente, sacó una cámara digital de su bolso y comenzó a fotografiarlo. El flash se disparó una y otra vez, cegándolo y haciéndolo reír. _____ se unió a su risa y dejó de fotografiarlo cuando lo escuchó quejarse por enésima vez.

- Ya me has tomado demasiadas fotos.- dijo Justin, acercándose hacia ella y tendiendo la mano boca arriba.- dame la cámara. Es mi turno de que te tome fotos.

- Oh, no. Ni te lo creas.- negó con la cabeza divertida, apuntando una vez más el lente de la cámara en dirección hacia él y tomando unas cuantas fotografías más.- hasta con fotos casuales te ves muy guapo.

- Traté de comportarme como todo un caballero, _____, pero al parecer me obligas a recurrir a la fuerza.

- Uh, ¿Y qué vas a hacer?- arqueó una ceja, mirándolo con ironía.- mira como tiemblo…

No fue hasta que terminó de hablar cuando Justin se abalanzó hacia ella y con las manos comenzó a hacerle cosquillas en el estómago. _____ chilló y rápidamente dio un paso hacia atrás, corriendo y huyendo lejos de él. Apenas había logrado cruzar la plaza de juegos en donde los niños se divertían columpiándose y tirándose desde los resbalines cuando sintió que Justin la agarró del brazo antes de que se tropezara y cayera al césped junto a ella. Al principio _____ se quejó, pero cualquier malestar que pudo sentir quedó en el olvido cuando Justin se colocó a horcajadas encima de ella y empezó a hacerle cosquillas una vez más. Riéndose, ella trató inútilmente de alejarse, cubriéndose el estómago con las manos para impedir que Justin continuara con su tortura y le pidió entre risas que parara. Pero él no cesaba, sus dedos seguían moviéndose ágilmente por todo su vientre. Justin sonrió y mientras seguía haciéndole cosquillas, pensó en lo mucho que le gustaba su risa. Podría estar así todo el día con tal de seguir escuchándola reír, pero eso sería crueldad. Justin también se rió y finalmente paró cuando vio que una lágrima resbalaba por su sien, hasta parar en su oreja.

La risa de _____ fue desvaneciéndose hasta que finalmente desapareció. Ahora ella jadeaba, con su pecho subiendo y bajando ante la urgencia de volver a tener la respiración regular. Justin apoyó las manos a cada lado de su cabeza y la miró a los ojos, luego sonrió.

- Tienes una risa muy fea, _____.

_____ sabía que sólo bromeaba y soltó una risita. Se miraron en silencio, ajenos ante las miradas curiosas que la gente les lanzaba a su alrededor. Justin se inclinó un poco más, lo suficiente como para que _____ pudiera distinguir el iris de sus ojos. Mieles. Unos ojos mieles preciosos, que ahora la miraban fascinados.

Oh, bésame, rogó _____ en su interior. Bésame, bésame…

Ella casi gimió cuando Justin se relamió los labios, y luego bajó su boca hacia ella. Sí… _____ cerró los ojos y entreabrió los labios en la espera de un beso.

- Será mejor que nos levantemos. Aún nos queda por recorrer todo el zoológico.

Para cuando _____ abrió los ojos, Justin ya se había puesto de pie y caminaba en dirección hacia un carrito de helados que estaba ubicado a la orilla de la plaza. ______ frunció el ceño y se sentó confundida, mirándolo comprar dos conos de helado. ¿Por qué justo ahora, cuando se había decidido al fin en corresponderle el beso si Justin se proponía a besarla, él no lo hacía? Refunfuñando, se levantó del suelo y recogió la cámara que estaba tirada a un lado. Frotó un poco con las manos sus jeans, limpiando las zonas en donde se había manchado con un poco de tierra y césped por la caída. Luego se acercó hacia Justin.