Capítulo 25

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Al día siguiente por la mañana, cuando el sol se colaba por entremedio de las cortinas y el movimiento automovilístico comenzaba a hacer ruido afuera por las calles de la ciudad, _____ se despertó por el insistente ruido de su celular vibrando encima del velador. Adormilada, se removió sobre el colchón y esperó a que el ruido se detuviera. Una vez que cesó, no pasaron ni cinco segundos cuando volvió a sonar. Quejándose y refunfuñando en voz baja, estiró la mano y tanteó sobre el velador hasta alcanzar el celular.


- ¿Hola?- contestó con voz cansada. 

- ¿_____? ¿Estabas durmiendo?

-Justin.- bostezó y perezosamente se fue incorporando en la cama hasta lograr sentarse, con la espalda apoyada contra el respaldo de ésta.- sí, ¿Qué pasa?

- Nada. Sólo quería recordarte que en una hora más pasaré por ti a buscarte, así que quiero que te levantes.

- ¿Qué hora es?

- Las ocho.

- ¡Justin!- se quejó.- es demasiado temprano.

- ¿Y qué? Yo salgo a trotar a las ocho, pero por ti estoy haciendo una excepción al salir a las nueve. Venga... levanta ese hermoso culo que tienes y prepárate para salir.

- Bueno.- refunfuño.- pero cuando llegues al edificio avísame. No quiero que vengas a buscarme al departamento, mamá duerme junto con mi padrastro y se pueden despertar.

- Está bien, te enviaré un mensaje de texto.- dijo con suavidad.- y no quiero que te vuelvas a dormir.- añadió.

- Vale, vale...

- Bien, nos vemos después. Adiós nena. 

- Adiós. 

Al finalizar la llamada, _____ tiró el móvil encima del velador y con eso volvió a acostarse, cerrando los ojos y hundiendo la cara en la almohada hasta finalmente conciliar el sueño.

Cuando eran las ocho con treinta minutos _____ se despertó y decidió levantarse. Buscó entre toda su ropa unas calzas deportivas negras que no usaba desde hace mucho tiempo y eligió una camiseta Adidas sin mangas. Al momento de terminar de vestirse, fue al baño y se cepilló los dientes. Luego se lavó la cara para lograr quitarse el sueño que aún llevaba encima y se amarró el pelo en una coleta alta.

Mirándose frente al espejo, por primera vez, _____ pensó en la opción de maquillarse para impresionar a Justin. Observó sus ojos, pensando en lo seductores que se verían si añadiera un poco de sombra negra en sus párpados. Se imaginó sus pestañas, largas y gruesas, con rímel y su cara cubierta con un poco de polvo para ocultar esas imperfecciones que, aunque por más mínimas que fueran y Justin no las notara, sentía que tenía que hacer algo al respecto para ocultarlas. Por Justin, ella quería ser perfecta. Perfecta y femenina.

Decidida a cambiar un poco su apariencia, tomó un lápiz labial con brillo de un color rosa suave que estaba en las repisas del baño y se lo esparció en los labios, primero en el superior y luego en el inferior. _____ lo sintió raro y pegajoso en sus labios, pero dejó pasar esa incomodidad y miró su boca en el reflejo, naturalmente atractiva y con su carnoso labio inferior, que ahora con el gloss le daban un toque más sensual. Ése era un labial que su madre le regaló hace meses con la intención de incluirla dentro del mundo del maquillaje, cosa que desde un principio no logró y que ahora _____ lo usaba por primera vez.

Un mensaje de texto le llegó al celular. Al abrirlo, sonrió ya sabiendo que era Justin de quien se trataba.

"Ya estoy afuera del edificio nena".

Rápidamente salió del baño y se apresuró en coger la primera sudadera que encontró. Mientras salía del dormitorio, se la colocó y fue hasta la puerta principal del departamento, procurando de no hacer mucho ruido para no despertar a Esther y Randy.

ѕєx ѕнσρ. {נυѕтιɴ&тú} miniweв-нσтDonde viven las historias. Descúbrelo ahora