Capítulo 20

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Justin aparcó el auto frente al edificio departamental en donde _____ vivía y apagó el motor. Ella se desabrochó el cinturón de seguridad y se volteó para mirarlo, con una cálida sonrisa dibujada en sus labios.

- Ha sido una cita perfecta.- le dijo, aún sin dejar de sonreírle. Las comisuras de sus labios dolían por estar sonriendo a cada hora, en cada momento que estuvo con Justin. Ahora se daba cuenta, que sonreír se había transformado en un hábito común cuando estaba junto a él. Bajó la vista hacia el peluche que tenía sobre su regazo y, como si fuese posible, su sonrisa se amplió al recordar la manera en que Justin había jugado en la máquina de peluches.- gracias por invitarme al cine.

- Gracias a ti por aceptar venir conmigo.- cogió su mano y se la besó con dulzura; sus ojos irradiaban ternura. _____ suspiró, un suspiro que se asemejaba a todo lo que una chica enamorada sentiría en ese momento. Si fuese posible, ella jamás se cansaría de ver una expresión así en la cara de Justin.

_____ miró su mano, que parecía pequeña y delgada en comparación a la de él; grande y poderosa. Colocó su mano encima de la de él y acarició suavemente con los dedos sus nudillos.

- ¿Qué te pasó en las manos?

_____ había querido hacerle esa pregunta apenas lo vio entrar a Denny’s, pero consideró bien en si quería realmente saber esa respuesta considerando que supuestamente estaba enojada con él, así que decidió ignorar el hecho de que Justin tenía los nudillos vendados y sólo se concentró en disfrutar el día junto a él.

Justin miró sus manos, debatiéndose en si debía decirle la verdad o alguna mentira inocente. Finalmente, optó por la sinceridad.

- El día que tuvimos la cita en el zoológico, después que te fuiste, golpeé un árbol.

Justin alzó la vista para estudiar su reacción. Ella la miró confundida, y un bonito ceño apareció entre sus cejas que a él le pareció adorable.

- ¿Y por qué hiciste eso?

- No lo sé.- se encogió de hombros.- estaba enojado, tenía que liberar mi rabia de algún modo.

- Pero mira como quedaste.- _____ tomó sus manos y le besó los nudillos, primero en una mano, y luego en la otra.- ¿No te duelen?

- No. Descuida, estoy bien.- sonrió y subió las manos para acariciar sus mejillas.- quiero que sepas que con cada cita que tenemos, me encantas cada vez más.

- Y tú a mí.- sonrió, sintiendo como se le subían los colores a la cara.- ¿Estás seguro que no quieres quedarte con el elefantito? Después de todo, fuiste tú quien se lo ganó.

- Mi único premio fuiste tú, _____. Por ti, gastaría todo el dinero sacando esos estúpidos peluches de esas estúpidas máquinas con tal de poder besarte.

Justin se acercó y, sabiendo lo que venía a continuación, _____ cerró los ojos. Sus labios hicieron contacto con los suyos, y el familiar sabor de su boca hizo explosión dentro de la boca de ella. La boca de él, tibia y experta, la seducía hasta un punto extremo en que casi la hizo perder el control. Enredó los dedos en su pelo, detrás de su cabeza y jaló. La garganta de Justin vibró cuando dejó escapar un gruñido, y empujó su boca aún más hacia ella queriendo conseguir más. Trató de inclinarse más hacia ____, pero algo le impedía poder acercarse más de lo que quería. Sin dejar de besarla, bajó una mano y se desabrochó el cinturón de seguridad. Luego se lanzó como un animal hambriento. Su cuerpo ardía y su entrepierna dolía, pero en ningún solo momento bajó las manos de la cara de _____. Ella podía sentir la textura del vendaje de sus manos rozando sus mejillas, y la desesperación que Justin sentía por hacerle el amor cuando su lengua fue al encuentro de la suya y succionó y mordió su labio inferior cuando se alejó.

ѕєx ѕнσρ. {נυѕтιɴ&тú} miniweв-нσтDonde viven las historias. Descúbrelo ahora