☆ Quidditch encantado ☆
Lion apareció al día siguiente a primera hora, preocupado por la salud de su hermana, los rumores sobre lo que habían hecho los chicos se había esparcido muy rápido. Le pidió que no les dijera nada a su madre y padrino.
Lia no hablaba tanto con Harry ni con Ron, como lo hacia con Hermione que a decir verdad no era mucho, pero si se juntaba con ellos.
Noviembre tornó el clima más frío. Un día antes del primer partido de Harry, durante un receso, se sentaron en el helado patio, alrededor de un brillante fuego azul que Hermione había creado, anteriromente había intentado enseñarle a Lia a hacerlos, pero suspendieron todo cuando casi quema sus sábanas.
En su regazo tenía de nuevo el libro de "Clarividencia y Adivinación". A su derecha estaba Harry con el libro de "Quidditch a través de los tiempos".
A Lia la recorrió un extraño sentimiento, cerró el libro y lo escondió entre su túnica.
—Sabes, tengo entendido que la adivinación es una de las ramas más imprecisas de la magia —dijo Hermione al mirar su libro.
Lia levantó los hombros.
El profesor Snape cruzó el patio y pasó de largo, los chicos se las ingeniaron para tapar el fuego, ya que desconocían si eso estaba permitido. Sin embargo, algo en el rostro de los cuatro lo hizo regresar, probablemente el rostro de Lia o el de Harry.
—¿Qué tienes ahí, Potter? —le arrebató el libro de quidditch que apenas estaba alzando Harry—. Los libros de la biblioteca no pueden sacarse del colegio. Cinco puntos menos para Gryffindor.
—Seguro se inventó esa regla —dijo Harry, viendo a Snape alejarse cojeando—, que bueno que escondiste el tuyo antes.
Y nuevamente, Lia se quedó callada ante la palabra de uno de sus nuevos amigos.
Esa noche, en la sala común, Hermione ayudaría a Harry con sus deberes, además de que no quería estar ahí, Lia no aguantó el ruido de la sala y se fue a dormir temprano.
El día del partido de Harry llegó.
—Tienes que desayunar —insistió Hermione.
—No quiero nada, no tengo hambre.
—Necesitas fuerzas, Harry —el mencionado giró al escuchar el suave tono que su amiga tenía, no muy seguido le dirigía la palabra—, o te vas a desmayar a medio partido.
Lia, que siempre se limitaba a solo ver el suelo o la mesa, ahora lo veía directo a los ojos, tomo una salchicha con sus cubiertos y la puso en el plato vacío de Harry, a la par de que Hermione le servía de los huevos revueltos, éste suspiró y mordió su salchicha para que las dos chicas dejaran de molestarlo. El profesor Snape se acercó.
—Buena suerte, Potter. Ya que su primer partido es contra Slytherin, la va a necesitar —y se alejó de ahí cojeando.
—¿Lo vieron, sigue cojeando? —murmuró un Harry pensativo.
—¿Qué? —dijo Lia y Ron con la boca llena de tocino y huevos.
Harry se encontró insistiendo en lo que vio días atras en el accidente del Trol, el día anterior y lo que pensaba, mencionando también a una bestia tres cabezas, Lia entendió a medias que estaba culpando al profesor de intentar robar algo.
Para el partido, los tres gryffindors, acompañados de Tom y Lion, se reunieron con Seamus y Dean en las gradas más altas.
Habían realizado una pancarta que decía "Potter; presidente", Dean que dibujaba bien, trazó un gran León, Hermione realizó un pequeño hechizo y la pintura brillaba, cambiaba de color.
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𝕷𝖆 𝖑𝖊𝖔𝖓𝖆 𝖈𝖔𝖇𝖆𝖗𝖉𝖊 | HARRY POTTER ½
FanfictionLia Stark ha vivido en la ignorancia del mundo mágico, criada junto a su hermano Lion por una madre soltera, creyendo que solo son unos fenómenos hasta que en el correo aparecen unas cartas de aceptación para el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicerí...