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-¡Hola, mi hermosa hija!- me dijo mi madre nada más llegar.  -Sí; hola-eso fue lo único que dije. Salí pitando, cogí mi  ordenador y comencé a escribir.

¡Hola, bonitos! Hoy ha venido un chico nuevo al insti. Es muy mono: alto, pelo rubio, ojos verdes...y es muy majo. Diréis ¿majo? ¿ya has hablado con él? Algo así. Resulta que un amigo mío lo conoce. Chicos, creo que he tenido un flechazo...¡nah! ¡es broma! No creo que eso sea posible en mí.

Bueno, pasando a otro tema, hoy me han venido a buscar en li...bueno, de una forma muy lujosa. Me he sentido tan avergonzada... A veces desearía tener una vida de persona normal. En fin, me apetecía escribir y sé que vosotros nunca me falláis. ¡Os quiero!

Era un blog del que nadie sabía nada, excepto Roma y Shiu; un lugar en el que sentirme libre, contar mi vida, mis problemas...y en el que nadie pudiera mirarme raro o simplemente saber mi identidad.

Terminado eso, miré la hora; la una, todavía faltaba una hora para comer. Cerré el portátil y me eché en el suelo. Fue muy extraño porque cuando desperté veía luces rojas y azules, así pues me asomé por la ventana. "¡¿La policía?!". Bajé y vi a mi madre hablando con los policías. -¿Qué hacen aquí?-le dije a la vez que la tocaba por la espalda. -¡Gracias a Dios!-rápidamente se echó encima de mí- Agentes, de verdad, muchas gracias por su ayuda.- a continuación cerró la puerta y los policías se marcharon.-¿Dónde habías estado?- me preguntó. -¡¿ En serio?! ¡¿Has llamado a la policía porque estaba en la buhardilla echando una siesta de (miré el reloj) hora y media, dos horas y no me encontrabas?! ¡Increíble! ¡Esto sí es pasar vergüenza!-subí y me metí en mi habitación, cerrando la puerta de un portazo. De nuevo, abrí el portátil y, tumbada (boca abajo) en la cama escribí:

¿Qué madre llama a la policía porque su hija se ha quedado dormida una hora y media? Solo tengo una palabra; cinco sílabas: Su-rre-a-lis-ta.

Presioné el botón "publicar".



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