Agus

187 20 4
                                    

Disclaimer: a partir de este punto los capítulos no estarán revisados o editados por un lector Beta, de antemano me disculpo sinceramente por la incómoda bajada de calidad que pueda tener la redacción.

Muchas gracias por su apoyo mientras no estuve, eso me animo a seguir con esta historia por mí cuenta y finalmente darle un buen cierre. Espero poder seguir contando con ustedes, aunque respeto perfectamente si prefieren no leer. De aquí en adelante hay incluso vivencias personales y eh puesto mucho de mí, espero por favor lo disfruten.

-Tina.

-Más de lo que querría admitir-

Agus

TinaCeballos.


— Agus.

— ¡Agus! Levántate de una vez por todas.

Los ojos se abrieron poco a poco... hacía frío, la cabeza dolía y las cortinas ¡quien abrió las cortinas! parpadeo tres veces antes de poder empezar a acostumbrarse a la luz, el resplandor que llegaba directamente a su rostro no ayudaba de mucho.

— ¡Es la una de la tarde! — una voz molesta, era su madre... fastidiosa.

—¡Ya estoy despierta! — la garganta dolía.

la voz molesta se fue junto a unos pasos apresurados, hacia frío, prefería quedarse dormida y el dolor de cabeza era tan molesto como para salir de la habitación, todo apuntaba a ser un día más bien idéntico al anterior.

Agus se levantó de la cama para tomar una ducha rápida con agua caliente y lavar sus dientes llevaba una semana sin hacer nada desde su graduación tan solo porque se graduó en víspera de Año nuevo pudo seguir quedándose en casa sin preocuparse aún por conseguir empleo, desvelándose leyendo un libro o viendo una serie y durmiendo hasta las doce o dos de la tarde, pero en unos días, tendría que empezar su vida, y si era sincera consigo mismo la verdad no tenía idea de cómo empezar, no estaba lista para el rechazo, la desventaja de ser ella era precisamente no tener la capacidad de un ser social el cual debió hacer miles de lazos durante la universidad, de alguna forma eso sería útil ahora, al final todo resulto en que estaba sola tratando de apuntarse en sitios en línea para conseguir trabajo.

Desde su habitación protegida solo por una tela en vez de puerta se escuchaban las voces de sus padres discutiendo sobre política, o hablando sobre personas que no conocía, detestaba el ruido, ya no podría dormir.

Que extraño ¿su padre estaba en casa?

Se puso unos pantalones largos de algodón, cepillo sus dientes, agarro sus gafas y suspiro viendo la cantidad de platos en el lavaplatos, aún era increíble que solo fueran tres personas. Tanta ropa sucia, tanto polvo.

—Agus, necesito que hagas unas cosas por mi hoy— su madre apareció sin avisar adentrándose a la habitación con una escoba, Agus la miro aburrida — ¿y bien? — la mujer alzó una ceja y cruzó los brazos esperando la respuesta de su hija.

— ¿puedo negarme?

—No.

No tuvo otra opción que cambiar su ropa de rapidez ponerse unos tenis amarrar su corto cabello castaño en una corta coleta, y tomar su morral, sabía exactamente que iba a casa de su tía a servir como mensajera de su madre y lo confirmo cuando vio en la mesa la comida empacada que debía llevar.

— ¡me voy!

— ¡Espera a tu padre!

Lo tomo para ponerlo en su bolso.

Más De Lo Que Querría Admitir (Ezarel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora