Capítulo 15: Origen

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Bueno hasta este punto creo que ya tienen una idea de lo es mi vida, aun así les explicare que es lo que está pasando exactamente, aunque debo advertirles que esto va a ser una historia muy larga, así que prepárense.

Cuando mis padres eran jóvenes se enamoraron, el problema surgió cuando sus padres se enteraron, ambos eran herederos de grandes corporaciones, la diferencia era que mi madre iba a heredar la empresa más impórtate del país liderara por su padre, o sea mi abuelo, el gran James Slim, quien siempre se mantenía en el top 3 de los hombre más ricos del mundo (normalmente ocupando el primer lugar), mi abuelo quería que mi madre se casara con el heredero de alguna empresa grande a nivel mundial, había arreglado un matrimonio con el hijo de un árabe millonario, pero cuando se enteraron del romance entre mis padres, el compromiso se rompió, lo que hizo que mi abuelo enfureciera, pero mi madre se negó a dejar a mi padre, por lo que después de mucho tiempo mi abuelo lo acepto, después de todo la empresa de mi padre era la segunda más importante del país, y los Weyler eran conocidos por ser una de las familias más respetadas por todos. Celebraron la boda y ambas corporaciones se beneficiaron, por lo que creció su riqueza, luego de un año del matrimonio, se anunció el embarazo de mi madre, todos estaban en la espera del nacimiento del bebé, después de todo iba a ser el heredero de una gran riqueza.

Llego el día, el heredero había nacido, todo el mundo hablaba del nacimiento del bebé, pero se estaba hablando más de lo normal ¿Por qué?, era niña, había nacido una niña, todos estaban emocionados, sobre todo los conglomerados que tenían como futuros herederos a hijos varones, aunque no solo ellos estaban felices, se decía que el más conmovido con el nacimiento era el mismísimo James quien había decidido ofrecer una gran cena con motivo del festejo de su primer nieto “directo”(más adelante les explicare porque especifico esto).
Y así fue como termine siendo una Weyler Slim y lo más importante, nieta de James Slim. Crecí en la casa del abuelo James, rodeada de lujos, pero para ser sincera era muy aburrido porque mis padres trabajaban todo el día y lo único que hacia dentro de esa casa era caminar entre las habitaciones y tomar clases de lo que quisiera el abuelo James, como tocar el piano, equitación, aprender 3 idiomas a la vez, e incluso lecciones de box y defensa personal, algunos días el abuelo me llevaba a su oficina pero siempre tenía juntas, por lo que le pedía a sus guardias de seguridad que me sacarán a jugar al parque que estaba cerca de la empresa, pero no me dejaba jugar, decía que la heredera de la compañía no podía ensuciarse jugando con los demás niños y mucho menos hablar con cualquiera que se acercara, él siempre tenía reglas, nunca podía hacer algo sin tener que preguntar antes si tenía permiso del abuelo, a veces iba a casa de los abuelos Weyler, aunque no era muy común porque ellos vivían muy lejos, aun así me gustaba mucho estar con ellos porque me consentían mucho, podía hacer lo que yo quisiera y me dejaban comer los dulces que yo quisiera.

Nunca tuve amigos mientras estaba pequeña, a veces a escondidas hablaba con el hijo de los vecinos que era Daniel, nos conocimos desde pequeños y hemos sido amigos desde entonces, también algunas veces podía hablar con mis primos, y eso solo era cuando el abuelo me daba permiso, él siempre decía “ellos son tus primos, pero no son iguales a ti”, nunca lo entendí, hasta que crecí, mis primos eran más grandes que yo, Eliel era el mayor me ganaba por 5 años, luego estaba Kilian que era 2 años mayor que yo, y el ultimo era Arath el solo me ganaba por meses. Siempre me preguntaba “Ellos son más grandes ¿Por qué no pueden heredar la compañía del abuelo?, ¿Por qué tengo que ser yo?”, bueno pues resulta que después de que la abuela Amelia (quien era la mamá de mi madre) muriera, el abuelo se casó de nuevo y tuvo 3 hijos más a parte de mi madre, 2 varones y una mujer, pero él decía que solo su primer hija era digan de heredar su compañía por lo que mi madre era la que debía cumplir con esa responsabilidad, mientras que mis tíos solo eran los otros hijos del señor James, aun así el abuelo no perdió el tiempo y a cada uno lo ayudo a establecer su propia compañía y los caso con herederos de grandes empresas, por eso cuando mis primos nacieron no fueron considerados los principales herederos de la fortuna del abuelo James, y también por eso termine siendo yo la que se encargaría de heredar la empresa de los Slim.

Mientras crecía bajo los cuidados del abuelo, dentro de su gran y aburrida casa, recuerdo un día haber pasado cerca de su despachó y escucharlo hablar con alguien, mientras decía “Esta vez actuare rápido, no dejare que pase lo que sucedió con su madre”, en ese momento no entendí que era lo que estaba pasando así que no le di importancia, días después el abuelo me dijo que haríamos un viaje juntos, yo estaba muy emocionada porque desde el día en que nací hasta ese momento nunca había pasado tanto tiempo con el abuelo, estábamos en los últimos días del viaje, cuando el abuelo me regalo un vestido y me dijo, que iríamos a visitar a unos amigos, así que tenía que verme presentable y ser muy educada. Llegamos a la cena que era en una casa casi tan grande como la del abuelo, muchas personas nos saludaban y yo estaba muy feliz porque el abuelo me había dejado jugar con los demás niños, habíamos decidido jugar escondidillas, así que decidí esconderme detrás de una gran maceta que estaba cerca del despacho de esa gran casa, después de un rato vi al abuelo entrar al despachó con dos señores que según yo eran los organizadores de la fiesta, desde mi escondite se escuchaba que hablaban de algo, y mencionaban mi nombre, por lo que me acerque a la puerta para poder escuchar mejor, “créanme el compromiso entre mi nieta y su hijo sería una gran alianza entre nuestras compañías, los beneficios que recibiríamos por esto serian gigantes y nos convendrían a ambos” decía el abuelo, y a pesar de que yo era muy pequeña pude entender a la perfección que justo en ese momento mi abuelo me estaba ofreciendo como si fuera un simple pedazo de carne, solo para que su riqueza aumentara, yo estaba muy enojada por lo que estaba escuchando, pero quería saber que más tenía planeado el abuelo, pero por culpa de dos niños que llegaron a molestar el abuelo se dio cuenta que estaba espiando, aun así no me importo y sali corriendo de ahí. Regresamos del viaje y le conté a mis padres lo que había pasado, ellos estaban muy enojados y hablaron con los abuelos Weyler, pensamos que tal vez ellos entenderían y nos apoyarían, pero lo único que dijeron fue “es por el bien de la nena, después de todo debe asegurar su futuro”, desde ese momento mis padres decidieron que lo mejor era alejarnos de los abuelos, sobre todo ahora que mi pequeña hermana estaba creciendo, ambos renunciaron a la herencia de sus compañías y decidieron empezar de cero, como una familia normal y buscaron trabajos en diferentes empresas, desde ese momento mi pequeña familia había desaparecido del ojo público y todo mundo se preguntaba en donde estaba la descendencia directa de los Weyler Slim, muy pocas personas sabían  que había sido de nosotros pero nunca dijeron nada por el aprecio que le tenían a mis padres (como era el caso de los padres de Daniel).

Y bueno así es como deje de ver a mi abuelo, hasta ahora que no tengo idea de lo que vaya a pasar, pero deséenme buena suerte.

Nuestro vuelo había llegado, afuera del aeropuerto ya nos esperaban los guardias y el chofer del abuelo, subimos al auto y nos dirigimos directamente a su casa.

-Buenas tardes- saludo Eloy el mayordomo de mi abuelo desde que yo era pequeña- el señor Slim los espera en su despachó, llevaremos sus maletas a las habitaciones

-Gracias Eloy- dijo mi padre y después entramos a la casa

- ¡Esto es genial! Es igual que en las fotos- dijo Paulina mientras veía rápidamente la casa, ella no recordaba mucho porque nos fuimos de ahí cuando todavía era un bebé.

De lado de la cocina salieron mis primos, y las hermanitas de Arath quienes eran las más pequeñas de la familia.

-¡Paulina! - gritaron las 3 niñas mientras corrían a abrazar a mi hermana- vamos a jugar corre - la jalaron y se la llevaron al patio.

-El abuelo nos pidió que viniéramos- habló Eliel

- Ellas escucharon que estarían aquí y me obligaron a traerlas- dijo Arath refiriéndose a sus pequeñas hermanas

- Bueno vamos con su abuelo antes de que se enoje porque lo estamos haciendo esperar- pidió mi madre

- De todas formas supongo que ya está enojado, unos segundos más o unos menos no hacen la diferencia- dijo Kilian

- El señor los espera- nos decía Eloy mientras abría la puerta del despachó

Entramos y todo estaba como lo recordaba, el olor a puro y perfume inundaba la habitación, había libreros que cubrían casi toda las paredes, algunos cuadros colgados, una mesa de centro en medio de la habitación rodeada por grandes sillones y el escritorio del abuelo con esa gran silla que daba miedo.

Nos sentamos, Eloy cerró la puerta, y el abuelo que estaba de espaldas decidió voltear.

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