Martes

129 20 6
                                    


----Colin----

Estoy jodidamente nervioso. Casi no pude dormir por la noche pensando en tantas cosas ¿se habrá dado cuenta de lo que estaba haciendo?, ¿y si me delata?, ¡joder claro que va a delatar me!, si me acusó con Cassidy por no compartir el ordenador, irá al FBI en cuanto tenga alguna prueba en mi contra. ¿Cómo demonios me olvidé de poner el seguro a la puerta?, nunca me había pasado semejante estupidez, ¡coño!, ¿por qué llegó tan temprano?.

Además de todo, admito que me duele la conducta que tuvo conmigo luego de lo idiota que fui, aunque sé que lo merezco,  me lo he buscado, como siempre... Adam me ha aconsejado buscar la forma de recuperar su amistad a como de manera, independientemente de que quizá no me denuncie gracias a esa amistad. Mi amigo está seguro de que es la horma de mi zapato y no debo dejarla ir. Adam es un romántico empedernido que cree profundamente en las almas gemelas y todas esas chorradas.

Si, claro -pienso sarcástico- admitiré que me gusta mucho, que constantemente me sorprende  por su inteligencia o actitud, y que la sesión de besos fue... Supongo que nunca me había sentido así al besar a nadie, pero es solo  por que tenía meses sin besar a nadie. Es todo.

Reviso mi reloj, 15 antes de las 9. Me dirijo a la sala común comprarle un café, antes pase a una de esas panaderías caras y compré variedad de pastelitos, no tengo idea de cuál pueda gustarle más, pero quiero acertar.

Joder, ¿quién diría que yo estaría teniendo estos gestos?, maldito Adam, a veces no sé porqué te escucho, me siento ridículo y humillado desde ya.

Vuelvo al despacho con los cafés en mano y Justo a tiempo, pues un par de minutos después, se abre la puerta del despacho.

-Buenos días -le extiendo el café.-

-Buenos días -deja su bolso en la mesa en la que le gusta ponerlo y se sienta.-

-Amm... Te traje un café.

-No hace falta. Gracias. -su respuesta es tan seca como el desierto.-

-Me acerco a ella y me reclino en el escritorio.

-Escucha, yo...

-Mira, Colin. Detente ahí de una buena vez, sea lo que sea que tengas que decir, no me interesa. Así que dejemos de quitarnos el tiempo y la paciencia uno al otro ¿vale?.

Me quedo de piedra, yo soy el que rechaza a las personas, yo soy el que las manda a paseo SIEMPRE. ¿Qué diablos está pasando?. Me quedo sin saber cómo reaccionar, por un lado estoy desorientado, por otro sorprendido, también creo que me pone un poco la forma en la que está reaccionado, ¡joder, como me encantaría cambiar tus palabras molestas por gemidos incesantes, gatita. Nota que  no me muevo ni he dejado de mirarla y exhala exasperada.

-¡Ok!, me lo bebo. Pero no, esto  no cambia nada, más que con esperanza el hecho de que me dejes trabajar en paz.

-Victoria, esto no tiene que ver con el café, yo...

No tengo idea de qué decir a continuación,termino haciendo un movimiento de cabeza asintiendo y comienzo a retirarme a mi sitio.

Gira su silla hacia mí, y caigo en cuenta del extremadamente sexy conjunto de colegiala que tiene puesto, y esta tortura aumenta... se ve completamente apetecible.

Amor entre ordenadores. Is it love Colin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora