Amor entre ordenadores. Is it love Colin.

Noche

No te estoy dando un anillo de compromiso, Colin, ni nada por el estilo, pero... Cada que llego a tener contacto con Matt te molesta, como si yo hiciera algo malo, cosa que no  es así,  pero lo que quiero decir es, ¿fueron un par de buenos acostones para ti?, o ¿estamos como saliendo exclusivamente?, o ¿qué pasa entre nosotros?, ¿qué soy para ti?.

Listo, he soltado la pregunta. Solo tuve que alcolizarme altamente y comer tanto que mi vientre está inflamado. Temo mucho la respuesta, pero tengo que hacerle frente a esta situación de una buena vez.

El silencio de Colin hace una perforación en mis entrañas cada vez más profundo, mientras temo haber lanzado por la borda mi dignidad con todo este asunto que si bien, era  necesario, sabía bien que  me había puesto a jugar con fuego.

-Victoria, no estoy jugando  contigo, si es lo que crees -¡Gracias Dios por hacerlo hablar!-

-Es  bueno saberlo, yo tampoco juego...

-¡Pues bien!, asunto aclarado.

-¿Aclarado?.

-Sí, ahora sabes que  no juego -suspiro exasperada.-

-¿Entonces saldré con Matt, Jake y todos los  chicos que me inviten a salir si así me place, sin que represente un problema contigo?, ¿sin que dejes de hablarme el día entero?

-Si eso es lo que quieres.

Parece no gustarle lo que digo, pero es muy difícil leer sus emociones cuando se esconde tras su careta de siempre.

-Dije claramente que es lo que quería, pero evitas darme una respuesta. ¿Qué pasa entre nosotros?, ¿qué soy para ti?.

-O quizá tu evites escuchar la respuesta. ¿Qué es exactamente lo que quieres oír?.

-¿Sabes qué?. ¡nada!, no sé por qué insisto en tener una conversación seria contigo. Gracias por la cena -me levanto.-

-¿A dónde vas?

-A mi casa. Saldré a tomar aire y buscar un taxi.

-¿Estás jugando conmigo? -se pone de pie   con él entrecejo fruncido.-

-No, Colin. Te dejé en claro que yo no juego.

Se acerca a mi mientras voy a  buscar mi bolso en la sala, cuando estoy dándole la espalda,  me abraza por la cintura.

-Ya te dije que no estoy jugando tampoco. Son las 4 de la mañana, no es hora de que salgas sola a buscar un taxi.

-Sé cuidarme sola

-Si no hubiera bebido tanto, te llevaría -suspiro.-

-Entonces sólo déjame ir.

-Quédate -me giro y me enfrento al hermoso y helado azul pálido de sus ojos.-

-¿Esa es tu forma de pedirme otro acostón?.

-No, solo me preocupa que te vayas así. Quédate y te juro que no haremos nada.

Un escalofrío recorre mi espalda al escuchar esas palabras viendo la sinceridad en sus pupilas.

Incapaz de articular una sola palabra, asiento y me alejo al cuarto de baño. Lavo mi cara y rebusco en mi bolso hasta que encuentro en el una liga para sujetar mi cabello.