Toxicity [Flippy × Reader]

05

~Controlar~

— Nos vemos mañana — Se despidió (N) con una sonrisa entre sus labios del señor Pop y su hijo quien llevaba a su gato en brazos.

Cuando ella vio que ya estaban lo suficiente lejos volvió a entrar al consultorio, se acomodo la bata blanca y retiro los guantes de látex.

— No entiendo el porqué los padres le compran mascotas a sus hijos si son niño — murmuró con chasco la de ojos (c/o) quien después tomó asiento en una silla.

Tomó su teléfono entre sus delgadas manos y comenzó a revisar algunas aplicaciones como lo era Facebook o Instagram, etc.

El sonido de la campana la hizo turbarse pues ya no esperaba gente, faltaban unos cuantos minutos para cerrar.

— Flippy — Sonrió nuevamente ella con alborozo. —¿Qué haces aquí, son casi las seis dela tarde? Creí que a estas horas todavía trabajas —.

— Salí temprano — Mintió. Tenía las manos detrás de la espalda, completamente sospechoso.

— ¿Qué traes ahí? — Preguntó con jaleo.

— Nada, nada — le seguía la corriente mientras la más pequeña trataba de ver que tenía escondido.

— Mientes — Soltó una risilla la joven que hizo estremecer al más alto.

— Es verdad, mentí. Traje algo para almorzar, me imagino que no has comido — Hablo con sosiego.

Ella asintió con vergüenza.

— Ven, vamos a tu oficina y comamos lo que traje — sujeto uno de sus hombros de ella y ambos caminaron a la oficina de ella.

(...)

Ambos comían plácidamente. Ella degustando de lo que le había traído él aunque no era su platillo favorito.

— Sabes, pudiste llamarme para preparar algo para comer. Pará que no te desgastaras — llevo otra cucharada de arroz a su boca.

— Aunque te marcara no hubieras podido. Nunca puedes, siempre estás ocupada y te lastimas a la hora de cocinar, sueles ser inútil en esas cuestiones — observó directamente las manos de ella quien tenía unas leves quemaduras.

Se sintió incómoda.

(...)

— Gracias — agradeció la chica a la anciana. Ambos habían salido a pasear por las calles, se detuvieron en un pequeño local donde vendían malteadas para "parejas" y ambos decidieron comprar una.

— ¿Quieres? — preguntó él acercando un popote de la malteada.

— No, gracias. No me gusta el sabor — se disculpo un poco aunque el pareció estar molesto con su respuesta.

— Toma un poco o lo tirare —.

— Lo siento pero no se me apetece, aparte no me diste a escoger el sabor — comentó con timidez y lo primero que vio fue la malteada tirada al suelo.

— Creí que nos gustaría ambos — y siguió su camino.

(...)

"— No me gusta esa falda, es muy corta, ponte un pantalón —"

"— Ese pantalón es muy apretado, ponte algo olgado —"

"— Ese escote te hace ver como prostituta —"

(...)

— No me agrada que Nutty venga seguido — hablo molesto Flippy quien apenas había ingresado a la veterinaria.

— No es que él quiera pero su hámster viene a consultas — hablo incómoda ella por sus actitudes últimamente.

— No me interesa, mantente alejado de él lo máximo que sea posible — ella asintió aún incomoda viendo el como nuevamente salía de la veterinaria.

Parecía que venir cada día era una costumbre ya.

(...)

— Te marque — comentó él con amargo.

— Hablaba con mi madre — comentó ella mientras seguía cortando el pelo del perro Schnauzer, aunque por alguna razón el perro se comenzó alterar con la presencia del de cabellos verdes. — Me dijo que tal vez vendría al final del año o dependía de lo que mis padres hablaran —.

— Esta bien, de igual forma no importa — y se acerco para besar la frente de la chica. — Si no te molesta vendré a recogerte cuando termines de trabajar y saldremos a cenar — ella simplemente asintió.

Se sentía tan rara.

¿Por qué de pronto se sentía tan mal de mentirle? Fue necesario hacerlo o él se enojaria. Se sentía culpable, pareciera que lo hizo aldrede pero... Era normal ¿no?

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Ya comenzamos con lo bueno o con la parte más fuerte de la historia.

Una coca que tenía que aclarar es que (N) no sabe de la exigencia de la personalidad de Fliqpy.