VI

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Esa semana algunas heridas se abrieron y otras debieron sanar a la fuerza.

—¿Debería decirle?
—Mmm? —el peli negro levanto la mirada de su teléfono y observó hacia donde su amigo miraba, notó la esbelta figura de cierto rubio que se encontraba practicando algunos pasos junto a Yunho y algo le vino a la cabeza, cierta charla. Regresó la mirada a Woo y mordisqueo su labio buscando la forma de contarle aquello. No estaba seguro de que debiera, no quería ser un entrometido y sobre todo era algo que le había confiado Yeosang. Soltó un suspiro—. ¿Woo, desde cuando sientes esto?

El menor entorno sus ojos al escucharle, frunció los labios mientras pensaba y se abrazó a sus rodillas. Estaba sentados en un rincón de la sala donde nadie parecía prestarles atención ni escucharles. Conocía a San desde antes de debutar y pronto tomaron confianza para que le contara de aquellos temas, pero su sentir iba mucho más allá de ese tiempo, se remontaba a esas ocasiones donde apenas siendo unos trainees adolescentes se apoyaba en la confianza y amistad que se había forjado con Yeosang, tardó en descubrirlo, para cuando quiso darse cuenta, estaba totalmente perdido en aquello.

—Realmente me gusta mucho —dibujó una pequeña sonrisa y escondió su cara entre sus manos al notar la expresión que estaba haciendo.
—¿Estás seguro? —San no era ciego, esa pregunta tenía una respuesta más que obvia, pero tenía que escucharlo de los labios de su amigo.
—¿Qué quieres decir? —Woo borró la sonrisa que cargaba en sus labios y miró de forma seria a su amigo. San se puso tan nervioso por aquella mirada, ni en los momentos donde discutían Wooyoung lo había visto así.
—Si es así, tienes que intentarlo —le dio un pequeño golpe en el hombro y le dedicó una de sus sonrisas con aquellos tiernos hoyuelos. El peli lila termino dibujando una sonrisa nuevamente en su rostro y se cubrió la cara mordiendo su labio inferior para no soltar un grito en medio de la sala.
—¿Chicos, van a ensayar? —se acercó Yunho a los menores y les miró desde lo alto con los brazos como jarra.
—En esa posición te ves como Seonghwa hyung —comentó entre risas el pelinegro y se levantó ayudando a Woo a ponerse de pies, fueron los dos abrazados hasta el centro y comenzaron con el ensayo.

Al cabo de un par de horas, los cuatro estaban agotados y apenas si podían moverse. Yunho les acercó a los menores una botella de agua a cada uno mientras secaba su frente con una toalla.

—Estoy muerto —San tenía más deseos de tirarse el agua encima que de beberla, Yunho se acercó con la toalla y le secó el cuello quitándole las gotas de agua que habían resbalado y el sudor que allí se acumulaba, sus ojos se quedaron recorriendo la extensión de piel casi hipnotizado y olvidándose completamente de los otros dos en la sala. El rubio carraspeo un poco y San soltó una pequeña risita tomando la toalla y alejándose notando la mirada disimulada que le arrojaba Yeosang. Se sentía todo tan incómodo, ellos siempre eran cariñosos entre sí ¡Hasta se quitaban la ropa delante de cualquiera de sus compañeros! Pero ahora saber que a Yeo le gustaba Yunho y que a Woo le gusta Yeo, cosa que ya sabía desde tiempo, volvía todo tan… —Me voy a dar un baño —terminó por soltar un suspiro y se fue hacía la puerta.
—No si llego primero! —entonces vio la figura del más alto de Ateez pasar a su lado como un rayo y soltó un quejido.
—Yunho!! —apresuró el paso y al llegar al marco de la puerta miró a los otros dos dentro de la sala y les dedicó una sonrisa con un saludo de su mano. Le regresaron el saludo y luego se miraron entre si.
—…¿Emmm te quieres bañar primero? —preguntó Woo rascando un tanto su nuca, de alguna manera la charla que había mantenido con San le había puesto nervioso, y no solo eso, había tanto que quería decir de una buena vez, pero no encontraba la forma.
—Tengo que aprovechar ya que preguntas —soltó el rubio con una pequeña risa y le hizo señas para que salieran de la sala.
—Emm… ¿Yeo?
—¿Qué? —El rubio detuvo su andar y se giró a mirarle.
—… ¿Te gustaría ir por unos helados después? —Yeosang le miró algo sorprendido, desde hacía bastante tiempo que no salían los dos a hacer ese tipo de cosas, se le dibujó una pequeña sonrisa en los labios y asintió.
—Claro, ¿tú invitas?
—¿Lo estas dudando? —enarcó una ceja y le dio una pequeña nalgada antes de salir de la sala seguido de un Yeosang que iba quejándose por el golpe.

Sorpresa ¿Te amo? ❥ Ateez present! ❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora