DEJAR ATRÁS.

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Llené mi bolso con algunas prendas de vestir, implementos de aseo y algunas cositas de Lili, mi cachorra, y salí a la noche fría y lluviosa. Volvería por lo demás después. Tal vez lo que estaba haciendo era extremista, pero no podía quedarme un día más ahí.

TIEMPO DESPUÉS

-¿Qué te parece Lili?-le digo a mi cachorra recostada como alfombra en el piso, mientras examino la pintura fresca de la pared -¿No te parece bonito este color?-Le pregunto ahora rascandole la cabeza, y ella se levanta y lanza un pequeño ladrido, como si me diera una respuesta afirmativa. -A mi tambien me lo parece- le respondo, metiendo de nuevo el rodillo en el bote de pintura mostaza y cargándola, llevándonos al frente de nuestra pequeña casa.

Afuera el día está precioso, el sol me pega de golpe en el rostro y levanto mi mirada hacia el cielo, no puedo evitar suspirar cuando una rafaga de viento me llena los pulmones mientras me desordena los pocos cabellos que se me han suelto de las trenzas.

-¡Hey, hija!-escucho decir una voz. Lili empieza a ladrar

-Doña Susi, ¿Cómo le va?-le respondo bajando a mi nena, riñendola por ser tan descortés-Perdón por eso-digo acercándome-Aún no se acostumbra a los extraños

-No tengas cuidado hija-me dice ella dándome un abrazo-¿Cómo te está yendo?-me pregunta mirando hacia atrás

-Bastante bien, doña Susi-respondo sonriendo-Acabo de terminar de pintarla. Los muebles llegan mañana en la mañana. -digo aplaudiendo mientras doy pequeños saltos

-No sabes cómo me alegra, Le. Te lo mereces- me dice sonriendo- Pero bueno...-Empieza a caminar al mall de la fachada- Como sé que no has parado, te he traído algo de comer- continúa mientras saca de su mochila una portacomida .-En cuanto Lili escucha las palabras, se levanta y empieza a mover la cola, no puedo evitar sonreir

-Oh, no-Le digo a la cachorra-Para ti hay concentrado. Ya vuelvo-digo presionando cariñosamente el brazo de mi cuidadora. En cuanto todas tenemos nuestro almuerzo, lo devoramos al instante. La verdad es que el pollo sudado estaba delicioso, y me había entretenido tanto en el trabajo, que no me fijé en la hora, ni en el apetito que tenía.

La señora Susie se marcha, teniendo que atender a sus hijos y a su esposo, ha sido algo como mi cuidadora desde que llegué aquí, tan amable y buena gente, que de seguro se tiene ganado el cielo. Sigo sentada en el mall, no puedo creer que haya tenido tanta suerte.

INICIÓ FLASHBACK

Había conseguido el teléfono del propietario de una casita casi abandonada a las afueras de la ciudad, una casita que necesitaba unos buenos arreglos y modificaciones para poderla habitar. Cobraban por ella el doble de lo que valía, y yo no contaba con todo ese dinero. Después de negociarla, me la habían dejado a un precio absequible.

Cuando Lili y yo la visitamos, me di cuenta que el trabajo no podía esperar, así que empecé por el techo, que tenía algunas entradas de agua.
-Eso que estas haciendo es muy peligroso. Ten mucho cuidado niña-escucho decir. Así que levanto la vista
-Eh... Si, si señora-consigo responder. Una señora morena de estatura baja y algo acuerpada me mira desde la carretera, lleva de la mano a una nena, supongo que es su hija
-Me llamo Susana niña. Ella es mi nieta, Luz- "Así que nieta" pienso
-Mucho gusto señora. Soy Lena, algunos me llaman Le. Disculpe que sea tan grosera, pero me costó mucho subir aquí.
-Pierde cuidado-me dice haciendo un gesto con la mano- ¿Así que ese señor consiguió vender la casa?
-Así parece...
-Espero hayas sido inteligente y no hayas pagado todo lo que pedía-me dice arqueando una ceja, pero no me da tiempo a responder- Mi casa es esa de allá- señala con la mano- Aquella con las plantas en el balcón. Logró verla- Si tu o tu familia necesitan algo, con mucho gusto los ayudaré- Me sonríe
-Es usted muy amable. Muchas gracias-digo asintiendo
-Bueno, dejo que termines ahí. Ten cuidado al bajar. Despidete Luz- le dice a la niña y ésta, me hace un gesto con la mano.
-Adiós Luz. Hasta luego señora Susana.

FIN FLASHBACK

Desde entonces, no había dejado de darme la mano en cuanto podía.

Me había repetido muchas veces que debía dejar atrás, y eso era exactamente lo que estaba haciendo.

-

Hola.
Ya está.
Cómo pan recién salido del horno, espero les guste. No puedo esperar.

Gin.


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