☆☆☆☆☆

5.7K 954 1.4K
                                    

Tan solo por un día, el cabello de Lee Minho no fue del tono rubio brillante que heredó de su madre.

Había comprando en la peluquería a la cual le gustaba frecuentar a Yuna, un spray para tintarlo de negro de manera temporal. No tenía problemas con su color actual, pero necesitaba cambiar por tan solo una vez su aspecto.

A decir verdad no quería verse como un acosador ni mucho menos, pero irremediablemente eso parecía que fuera. Aunque, sus acciones tenían una explicación, Lee quería saber si tenía o no alguna pequeña posibilidad, no quería ilusionarse y al final no poder lograr nada.

En el pasado, Minho había tenido dos relaciones, pero ninguna de las dos funcionaron. Una donde Yuna le había presentado a una de sus amigas pero a los pocos tres meses terminaron, por que la chica sentía que Lee no era lo que ella quería; y  la segunda fue a sus diecisiete. Minho había intentado tener algo con Christopher Bang.

Pero aquello no duró más de medio año y todo por que Chan no le estaba poniendo realmente atención a su relación, el chico se la pasaba muy ocupado con sus deberes y responsabilidades que dejaba todo lo demás de lado, estaba por convertirse en el Sol en la misma temporada, no había sido el mejor momento para aceptar formar un compromiso.

Así pues, fue como el rubio decidió terminar con él al sentir que no funcionaba, no obstante, las cosas finalizaron en buenos términos, se seguían hablando y tenían una muy buena relación entre ellos.

Ahora bien debido a todo esto, Minho se había planteado un objetivo el cual le parecía riesgoso y nada sencillo, necesitaba averiguar si tenía alguna pequeña posibilidad con el chico de cabellos teñidos.

Lee necesitaba saber si podría acercase a él, sin tener ningún problema. Había descubierto la casa del chico por que lo siguió una noche - puede que para eso si tuviera una excusa-  las calles se veían muy desoladas y le daba miedo dejarlo irse sin compañía.

Pará averiguar dónde trabajaba, si tuvo que seguirlo una mañana cuando al verlo salir de casa, lo observo entrar al local y por los grandes ventanales, ingresar a la zona de empleados donde se coloco un lindo delantal amarillo.

De allí, Minho supo que necesitaba acercarse un poco más, pero también sabía que habían cosas que lo detenían, como el no saber, si al joven le gustaría o ya se encontraba en una relación.

— ¿Es lindo?

Yuna le ayudaba a colocarse el spray con cuidado de no manchar su cara. Una sonrisa boba de instaló en su rostro y la pelirroja pudo observarla a través del espejo frente a ellos.

Puede que por obvias razones fuera muy apresurado decir que se encontraba enamorado, pero si sentía una clase de atracción instantánea por el chico. No había tardado mucho en contarle a Yuna sobre lo sucedido, cuando está al tercer día lo vio huir de casa, tampoco era algo que le molestará. Se sentía mejor con tener alguien con quien hablarlo.

— Creo que la palabra lindo no es suficiente para definirlo, Yu.

Su hermana sonrie levemente terminando su trabajo, lleva tiempo sin ver a Minho así de entusiasmado.

—  Gracias — dice el ahora azabache al levantarse, depositando un beso en su mejilla.

La contraria no ha desvanecido su sonrisa, pese a que está estuviera también una mezcla de preocupación. Necesita saber si Minho estaba siendo consciente de todo lo que estaba haciendo.

— Min... —llama la atención de este antes de que abandone su recamara.

— ¿Qué pasa Yu?

By The Moon ஜ Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora