-10-

27 4 6
                                    

—Gracias por aceptarnos. —Hizo una inclinación a lo que ella sólo movió su mano para quitarle importancia.

—Sólo pasen que hace mucho frío afuera. —Sonrió grande.

Jungkook la miró y se sintió absorto, la belleza de esa mujer no era ningún juego.

Se quedó plasmado al ver esa suave piel, nariz delgada y chiquita, ojos rasgados, pero a la vez grandes y abiertos, labios esponjosos, cabello ondulado y sobre todo estaba esa maravillosa mirada que destellaba amor y calidez.

La mujer les dio lugar que pasara.

Ambos entraron y fue inevitable para Jungkook el no sorprenderse de nuevo al ver una casa tan linda y amplia. Paredes blancas hacían relucir los finos adornos, junto con algunas fotografías, muebles de diseño ordenado y limpio, una gran alfombra en el centro de lo que parecía la sala en donde colgaba una inmensa pantalla plana.

Ya se le hacía raro que tuvieran que primero hablar con el guarda para que los dejaran entrar y también el ver ese lindo patio frontal, pero no sé imaginó eso. Siguió a la mujer que caminó hasta dar en unas puertas pequeñas cómo de esas tabernas de las películas texanas. Entraron después de ella y miró la amplia cocina. Se sentaron en un pequeño comedor redondo de cuatro sillas.

Ella abrió el refrigerador y sirvió dos vasos de jugo. Jungkook agradeció con ojos grandes por todo el lugar y ella se quedó recostada sobre un mueble de la cocina mirándolos.

—Gracias por aceptar, prima. —Dijo Taehyung de forma cansada. Para ser realistas no le gustaba mucho la idea de quedarse ahí, pero no tenía dónde ir así que estaba más que agradecido.

—No hay de qué. Sabes que este también está tú hogar. —Volvió a sonreir.

—Lo sé. —Pasó un sorbo del jugo por la garganta. El menor se mantuvo en silencio. Observando.

—Bueno, los planes eran- —Taehyung la interrumpió.

—¿Podemos hablar un momento? —Le dijo nervioso. Ella sonrió y ambos salieron de la cocina, pero antes de que mencionara algo.

—Chico, ahí está la sala si deseas puedes ir y ver televisión o hacer lo que desees.

Jungkook asintió con ojos abiertos sin saber qué hacer, es más; no sabía que significaba televisión.

Ambos caminaron por un pasillo y luego subieron las escaleras. Su prima abrió la puerta de una  habitación que parecía oficina y él pasó.

—Bueno. ¿Por qué tanto misterio?—Reprochó.

—Él todavía no sabe. —Susurró y cerró los ojos al decirlo.

—¿¡Cómo que todavía no sabe?! —Exclamó. —¿Eres o te haces?

—Ya sé que está mal, pero no sé si contarlo. —Sinceró. Mirándola mal cuando alzó la voz.

—Deberías, Taehyung. Esta decisión que estás tomando va a marcar el resto de tu vida ¿Entiendes?

—Lo sé, lo entiendo, pero... Todavía no sé cómo decirle que tendré que irme por lo menos dos años a Estados Unidos. —Pasó la mano por su cara. —No sabes lo que podría ocasionar en él, no quiero- no quiero lastimarlo. —Apretó sus labios en disgusto.

—Taehyung, eso es algo que no se puede esconder y bien lo sabes.

—Encontraré la manera de decírselo ¿bien? —Él dijo ya agotado.

—Está en tus manos. —Se cruzó de brazos. —Bueno, volvamos a repasar el plan.

Ambos se pusieron a platicar sobre lo que harán en un futuro muy cercano.

-Uᥒ Fɾᥲ́ɠɩꙆ Pᥱ́tᥲꙆo-【||𝑲𝑻𝑯&𝑱𝑱𝑲||】 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora