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—Jungkook. —Una voz a lo lejos llamó.

Su cabeza daba vueltas.

—Jungkook. —Intentó abrir sus párpados, pero estaban pesados como piedras.

Poca luz trasmitiendose sintió quemar sus ojos.

—¡Jungkook, por favor! —Gritó esa voz y le dio la suficiente fuerza cómo para abrir por completos sus ojos.

Con sorpresa se despertó y luego parpadeó varias veces para enfocar. Su corazón se estrujó cuando lo primero que vio fue a su novio con lágrimas en sus ojos y una mirada de terror implantada. Quiso sentarse pero unas manos en sus brazos lo hicieron quedarse tranquilo, luego un fuerte abrazo acaparó su cuerpo y entendió todo.

La presentación de Taehyung era de completo miedo, sus ojos lagrimeantes desgarrados en susto, esa grande y delgada espalda temblando en preocupación y alivio, su respiración rota en jadeos desequilibrados y su corazón. Joder, podía sentir cómo el corazón del mayor quería salirse de su caliente y sudoroso pecho.

El azabache se separó del abrazo y lo miró a los ojos sin soltar el agarre de sus brazos.

—¿Sabes lo preocupado que estaba por ti, Jungkook? ¿Sabes por lo menos cuantas calles corrí y cuantos lugares busqué gritando tu nombre? ¿Sabes cuantas personas me miraron cómo un loco? ¿Sabes a cuantas personas les grite cuando no me digieron en dónde estabas? —Su voz siendo un delgado hilo.

Jungkook se sentó en la banca y Taehyung se desplomó, se sostuvo en sus talones con su cabeza gacha mientras que sostenía sólo las manos de Jungkook.

—¿Te puedes imaginar la desesperación que sentí por ti? ¿El miedo desgarrador de pensar que no te volvería a ver? —Subió su mirada con sus ojos brotando lágrimas sin contenerse, nariz y mejillas rojas e hinchadas por el frío y el llanto juntos. Su ser se desbordó al imaginar el peor escenario.

Jungkook lo miró y se sintió chiquito e insensato. No sabía cuánto dolor podía ocasionar en su novio, nunca imaginó que alguien podía amarlo de tal manera que se derrumbaría por él. Siempre pensó que algún día su madre iba a cambiar y tendrían una familia feliz, que encontraría a la persona ideal, se iba a casar y su madre le daría la bendición, se ilusionó con muchas cosas menos este momento.

Él amaba a Taehyung, sí lo hacía, pero no pensó que sería aquella persona con la que siempre soñó. Todo esos tres años pensó que de quién ocupaba amor no era de Taehyung, sino de su madre, pero ahora se daba cuenta de la verdad. Taehyung era esa persona con la que soñó de niño, se dio cuenta que no iba a cambiar la realidad, su madre era su madre y ya no necesitaba más de ella si su hermoso novio lloraba así por él.

Se sintió tan especial y culpable, porqué no merecía eso, no merecía una persona tan espléndida.

Y lloró, lloró junto con su novio, ambos sintiendo su mundo ser ahogado en lágrimas.

—Lo siento, lo siento. —Lloró sosteniendo la mano lastimada de su novio, su corazón roto y garganta raspada.

—Bebé, lo siento yo. No pude protegerte, lo siento tanto. —Tomó su mejilla y junto sus frentes, ambos alientos calientes chocando.

Lloraron hasta dejar en claro que sacaron todo lo que tenía. No ocuparon una conversación para saber qué sentía cada uno, tan solo ese toque de sus manos y sus frentes juntas ayudaron a esa conexión especial que tenía. Quedaron sin lágrimas, importandoles poco las miradas curiosas de personas al ver esa escena juvenil haciendo una mezcla de un momento romántico y doloroso a la vez. No importaba realmente qué pensaran los demás cuando están en su momento íntimo de consuelo.

-Uᥒ Fɾᥲ́ɠɩꙆ Pᥱ́tᥲꙆo-【||𝑲𝑻𝑯&𝑱𝑱𝑲||】 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora