Las vacaciones cada vez empeoraban, Elisa seguía en México y si hablábamos pero muy poco debido a la diferencia de horarios y a que su madre estaba casi todo el día estaba encima de ella.
En cuanto a mis padres todos los días peleaban, papá no había tomado muy bien que no quería jugar más al tenis y mamá hacia todo por defenderme y eso traía peleas entre ellos.
Diario salía a correr para sacar un poco de estrés. Hoy a causa de las prisas por salir de mi casa, olvide mi botella de agua, por suerte estaba cerca de la tienda de los Shanaa.
Entré al negocio y por suerte estaba Nadia
— ¡Hola! — Saludo mi compañera.
— ¡Hola Nadia! Vine por una botella de agua.
— Al fondo del pasillo — me indicó.
Fui por la botella de agua y se la llevé para que se cobrara.
— ¿Cómo van tus vacaciones? — pregunté.
— Encerrada aquí en la tienda ¿y las tuyas que tal?
— Pésimas y creo que cuando regresemos a la escuela todo estará peor — dije
— Me he enterado qué Elisa no volverá más — dijo Nadia y escucharlo en voz alta dolía.
Omar entró a la tienda.
— ¿Qué haces aquí Ander? — me preguntó Omar acercándose a Nadia y a mí.
— Vino a comprar... por cierto es 1.50 — respondió Nadia y le pagué.
— Bueno un gusto verlos... chao — dije intentando salir, pero Omar me detuvo.
— ¿Tienes 5 minutos? Quiero platicar.
— Vale — accedí.
Omar y yo salimos de la tienda y fuimos a una especie de mirador.
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— ¿Cómo te sientes? Nadia me conto lo de Elisa — Dijo
— ¿Cómo quieres que me sienta? No sé cuando la volveré a ver.
— Si necesitas un amigo o alguien con quien hablar, sabes dónde encontrarme — dijo levantándose para irse.
— Espera... ¿Qué tienes que hacer mañana por la tarde?
Las vacaciones casi terminaban, mis padres estaban a punto de divorciarse, yo cada vez fumaba más, tanto tabaco como hierba y ahora en lugar de hablar diario con Elisa, veía a Omar, no estábamos mucho tiempo juntos, pero valían la pena los minutos que nos veíamos.
∞∞∞∞
Era el primer día de clases, no tenia ganas de ir pero saltármela no era opción si mi madre es la directora. Me levanté, me bañe, me puse el uniforme y me dedique a fumarme un porro.
— ¡Apúrate Ander que se hace tarde! — gritó mamá desde el piso de abajo.
— Adelántate, yo me voy en Bici — dije.
— Vale, solo no tardes mucho
Mamá se fue, terminé mi porro, me puse los zapatos y me fui. Iba llegando a la escuela y un convertible paso a mi lado tocando el claxon.
— ¡Ander! ¡Hola, amor!— Gritó Lucrecia desde el convertible.
Me quede parado observando cómo Lu y Valerio bajaban del auto deseaba que Elisa estuviera ahí. Reaccione y seguí mi camino, deje mi bici en el aparcamiento y entré al colegio, ahí me encontré con Lucrecia y Guzman.
— ¿Qué tal? no sé nada de ti — dije a mi amigo.
— Hola — saludó Guzman y nos abrazamos.
— ¿Cómo estas? No publicas ni una foto — Bromeé.
— En casa de sus abuelos en Asturias apenas hay cobertura ¿Verdad? — rió Lu — Imagínate le pones un filtro a una foto de Instagram y una vaca sigue siendo una vaca... Igual fue como una especie de detox... — Lu se quedó callada y miraba hacia las escaleras, lo cual llamo mi atención y al voltear me encontré con Samuel bajando por ellas.
Guzman al ver a Samuel se altero y comenzó a golpearlo, como ya es costumbre tuve que intervenir para detenerlo. Mamá entró al salón y detuvo la pelea, luego nos dio una charla.
— La herida que ha dejado en todos nosotros la muerte de Marina , tardara mucho tiempo en cicatrizar y necesito vuestra ayuda para conseguirlo. La de todos... Guzman , no puedo ni siquiera empezar a imaginar por lo que estas pasando — decía mi madre al frente del salón.
— No, no puedes. Ahora imagínate que tuvieras que cruzarte por los pasillos con él culpable de todo ese dolor — decía Guzman.
— Samuel no es culpable de nada— Defendía mi madre a Samuel.
— Si Samuel no hubiera entrado en este colegio, Si Samuel y su puto hermano , se hubieran quedado en su pueblo, nada de esto hubiera pasado.
— Fue tu padre quien le concedió la beca.
— Y tu se la has renovado ¿Por qué?
— Es un buen estudiante no sería justo
— ¿Justo? Marina esta muerta... mi hermana esta muerta con 16 años ¿Eso te parece justo?
— No voy a discutir esto contigo.
— ¡A partir de ahora, si hablas con el puto camarero, para mi estas muertos! Es o el o yo — decretó Guzman.
— Esto no es una cuestión de bandos, Guzman— intervino mamá.
— Sí que lo es, y tu ya has elegido.
Después de la discusión entre mi mamá y mi mejor amigo en frente de todos mis compañeros a Valerio se le ocurrió hablar.
— Tengo una duda... — dijo Valerio
— Valerio... ¿Es importante?
— Si, Claro... ¿Nadie nos va a dar una copa de bienvenida de curso algo?
— ¿Tu crees que estamos para fiestas?
— ¿Has visto estas caritas? ¿ve esto? — decía Valerio mientras tocaba la cara de Andres— precisamente después de algo tan chungo como lo que esta pasando, lo que necesita toda esta gente... es divertirse, bailar, beber...
— Basta Valerio, toma asiento y comiencen su clase.
